DESAFÍOS ANTILAVADO
Mt. Gox fue un éxito inmediato entre los primeros
adoptadores de Bitcoin. Pocos meses después
de ir en vivo, el intercambio estaba procesando
cientos de órdenes, que estaban tomando más y
más del tiempo de McCaleb para centrarse en las
operaciones diarias y lo alejaban de desarrollar
mejoras en el código inicial. En 2011, McCaleb
vendió una participación mayoritaria en Mt.Gox
a otro programador, Mark Karpelès, quien se
convirtió en el director general (CEO).
Bajo la dirección del Karpelès, Mt.Gox continuó
creciendo y para abril de 2013, Mt. Gox representaba aproximadamente el 70 por ciento del
mercado de Bitcoin. Sin embargo, los problemas
con la gestión y la plataforma de negociación
eran continuos desafíos a las operaciones generales. Como cuando en junio de 2011, un hackeo
requirió cerrar el sitio durante unos días y resultó
en la pérdida de aproximadamente $8,7 millones
de dólares en bitcoins.
En mayo de 2013, se le emitió una orden de incautación a Dwolla, un procesador de pagos para
el comercio electrónico en línea con sede en
Iowa, para las cuentas de Mutum Sigillum LLC,
subsidiaria de Mt. Gox en los EE.UU. En aquel
entonces, los consumidores podían comprar
bitcoins mediante un depósito con Dwolla, y
luego los fondos se enviaban a Mt. Gox para la
compra real del bitcoin. Después de una extensa
cobertura de prensa, en junio de 2013, Mt. Gox
se anotó en la Red Contra los Delitos Financieros
(FinCEN) y siguió funcionando como la bolsa
líder de moneda digital en el mundo. Las grietas
en el modelo comercial de Mt. Gox empeoraron
cuando Dwolla, en octubre, finalizó la actividad
de cambio de divisas con sus clientes virtuales
debido a la incertidumbre y la confusión en torno
a las monedas virtuales.
En aquel momento, el negocio de Mt. Gox luchaba
por sobrevivir. La compañía cedió $5 millones a los
agentes federales de los EE.UU. porque la empresa
no estaba anotada como empresa de servicios
monetarios (MSB) y un ex socio de negocios,
CoinLab estaba demandando a la compañía por
$75 millones. Mt.Gox luego presentó una contrademanda por $5 millones BTC que CoinLab supuestamente mantenía para Mt. Gox. Los clientes
estadounidenses pronto empezaron a quejarse de
los largos retrasos para retirar dólares de Mt. Gox.
Si bien Mt. Gox se mantuvo como la bolsa prominente, las noticias en la comunidad de Bitcoin
empezaban a extenderse sobre si Mt. Gox se podía
mantener a flote. Los problemas continuaron y en
febrero de 2014, la empresa simplemente les dejó
de pagar a los clientes en bitcoins alegando que
había un defecto en la moneda digital. Y entonces
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llegó la noticia de que Mt. Gox había sido hackeado
y perdió 850.000 bitcoins. Lo que una vez fue la
mayor bolsa de Bitcoin estaba cerrada.
De acuerdo con los informes en línea, los hackers
habían estado sacando (skimming en inglés)
dinero de Mt. Gox desde 2011. Los informes
afirman que había una fuga entre el monedero
caliente de Mt. Gox y su almacenamiento en frío.
El almacenamiento en frío eran las reservas de
Bitcoin de Mt. Gox y que tenían que estar no en
línea sino fuera de línea para su custodia. Parece
que los hackers tuvieron acceso a las claves de
propiedad sobre Bitcoin en el almacenamiento
en frío y sin conciencia de los administradores.
Almacenamiento caliente se refiere al mantenimiento de teclas Bitcoin conectadas a Internet,
mientras que el almacenamiento en frío es cuando
los fondos están fuera de línea. Esto nos lleva a la
pregunta: En una empresa cuya operación entera
consiste en la protección de datos y la seguridad
de la programación, ¿cómo podría no haber
notado la infracción durante tanto tiempo? ¿Es de
extrañar que los consumidores y los inversionistas
perdieran toda confianza en Mt. Gox?
Como consecuencia de que Bitcoin es un nuevo
medio de intercambio, los clientes de Mt. Gox
carecen de recurso o tienen poco a su alcance
para tratar de recuperar sus inversiones en
Bitcoin. En este momento de la vida de la moneda
virtual, hay poca o ninguna protección al consumidor. Las monedas virtuales exponen a los
consumidores al riesgo de robo digital o fraude,
y las carteras de divisas virtuales no tienen la
seguridad de una cuenta de banco asegurado
por la FDIC. Sin embargo, es bien conocido en
los círculos de divisas digitales que Bitcoin es un
producto e inversión de alto riesgo. A