Spanish ACAMS Today (Junio-Agosto 2012) Vol. 11. No. 3 | Page 17

ENTRENAMIENTO clientes de alto riesgo eran sometidos a la aprobación del equipo de ALD. Con todo, en la revisión de archivos de la FSA, se identificaron fallas en la diligencia debida obtenida del 62 por ciento de los 61 clientes establecidos durante el periodo relevante. Estas fallas no permitieron que Coutts comprendiera plenamente los riesgos de lavado de dinero relacionados con estos clientes y activos, y tratara los riesgos adecuadamente. Algunas de las fallas fueron el resultado de no cuestionar adecuadamente estructuras de titularidad complejas u opacas y de no recopilar suficiente información sobre las actividades de negocios o el pretendido objeto de la relación con Coutts. Todavía más, los procedimientos de Coutt requerían de una diligencia debida mejorada para clientes de alto riesgo, pero no proporcionaban ninguna orientación al banquero privado acerca de los pasos a seguir en estas situaciones. Aunque el proceso sí tenía incluida una lista de control creada por el equipo de ALD para facilitar la diligencia debida sobre los clientes, no proporcionaba orientación para ayudar al banquero privado a determinar la fuente de riqueza y los fondos de los clientes. Como resultado, se encontraron fallas de diligencia debida mejorada en el 57 por ciento de los archivos de clientes abiertos durante el periodo relevante que fueron examinados por la FSA. Los banqueros privados son ante todo vendedores, no expertos de cumplimiento; los resultados anteriores no deberían sorprendernos dado que se permitió que los banqueros se las arreglaran solos para determinar qué era la diligencia debida “mejorada”. Para ocuparse de estas fallas, Coutts debió haber proporcionado capacitación y orientación adicional. Una de las piedras angulares de los programas de ALD es la provisión de capacitación adecuada, particularmente a fin de que los empleados sepan lo que deben hacer y cómo hacerlo. De haber expresado claramente lo que se esperaba, hubiera quedado muy claro lo que se necesitaba — incluso si la orientación consistía en comunicarse con el equipo de ALD para recibir instrucciones adicionales. Aquí, una vez más, un programa independiente de garantía de calidad hubiera ayudado a evitar gran parte de estos problemas. Efectividad de las revisiones de los equipos de ALD El equipo de ALD revisó el 5 por ciento de los archivos de clientes nuevos para determinar si los clientes estaban evaluados adecuadamente como PPE de alto riesgo. El equipo de ALD no detectó ninguna categorización incorrecta de clientes. Durante el periodo relevante, el equipo de ALD rechazó solo 35 de 700 solicitudes formales de banqueros privados (aproximadamente el 5 por ciento); aunque algunas de las demás solicitudes informales fueron rechazadas antes de que se convirtieran en solicitudes informales. Con todo, la FSA consideró que el equipo de ALD se estaba fiando demasiado de la reputación y la experiencia de los banqueros privados en su evaluación de clientes, lo cual llevó a un control ineficaz sobre los banqueros privados. Esto llevó a situaciones en las que el equipo de ALD se fió de los banqueros privados que no recopilaron suficiente información que de otro modo hubiera llevado a la identificación de serias denuncias de delitos en contra de los clientes. Estas denuncias salieron a la luz cuando los clientes solicitaron servicios dentro del RBS fuera de Coutts. Incluso hubieron casos en los que se encontró inteligencia fiable en su contra que alegaba de actividades delictivas, pero los clientes fueron aprobados sin la adecuada consideración de más medidas para mitigar los riesgos. Además, Coutts rebajó los niveles exigidos de aprobación de clientes de alto riesgo en 2009, pasando de exigir que un Departamento de Riesgo por encima del el equipo de ALD los aprobara hasta exigir tan solo la aprobación del equipo de ALD. La FSA señaló esto como una “disminución del rigor del proceso de aprobación y control de ALD … a pesar del hecho de que … [Coutts] pretendía expandir su base de clientes internacional, incluso en jurisdicciones que planteaban mayores riesgos de lavado de dinero y corrupción”. Esta es la preocupación particular dado el negocio principal de Coutts de banca privada, generalmente considerado de por sí como un producto de alto riesgo. Aunque el dictamen de la FSA no indica esto específicamente, parece que el equipo de ALD podría no haber sido lo suficientemente independiente de la línea de negocios que supuestamente tenían que supervisar. Esto es un tema de creciente preeminencia en acciones de imposición de las normativas, enfatizando la importancia del c յ