ENTRENAMIENTO
clientes de alto riesgo eran sometidos a la aprobación del equipo de ALD. Con todo, en la revisión de archivos de la FSA, se identificaron fallas
en la diligencia debida obtenida del 62 por ciento
de los 61 clientes establecidos durante el periodo
relevante. Estas fallas no permitieron que Coutts
comprendiera plenamente los riesgos de lavado
de dinero relacionados con estos clientes y
activos, y tratara los riesgos adecuadamente.
Algunas de las fallas fueron el resultado de no
cuestionar adecuadamente estructuras de titularidad complejas u opacas y de no recopilar
suficiente información sobre las actividades
de negocios o el pretendido objeto de la relación con Coutts. Todavía más, los procedimientos de Coutt requerían de una diligencia
debida mejorada para clientes de alto riesgo,
pero no proporcionaban ninguna orientación al
banquero privado acerca de los pasos a seguir
en estas situaciones. Aunque el proceso sí tenía
incluida una lista de control creada por el equipo
de ALD para facilitar la diligencia debida sobre
los clientes, no proporcionaba orientación para
ayudar al banquero privado a determinar la
fuente de riqueza y los fondos de los clientes.
Como resultado, se encontraron fallas de diligencia debida mejorada en el 57 por ciento de los
archivos de clientes abiertos durante el periodo
relevante que fueron examinados por la FSA.
Los banqueros privados son ante todo vendedores, no expertos de cumplimiento; los resultados anteriores no deberían sorprendernos
dado que se permitió que los banqueros se
las arreglaran solos para determinar qué
era la diligencia debida “mejorada”. Para
ocuparse de estas fallas, Coutts debió haber
proporcionado capacitación y orientación
adicional. Una de las piedras angulares de los
programas de ALD es la provisión de capacitación adecuada, particularmente a fin de que los
empleados sepan lo que deben hacer y cómo
hacerlo. De haber expresado claramente lo
que se esperaba, hubiera quedado muy claro lo
que se necesitaba — incluso si la orientación
consistía en comunicarse con el equipo de ALD
para recibir instrucciones adicionales. Aquí, una
vez más, un programa independiente de garantía
de calidad hubiera ayudado a evitar gran parte
de estos problemas.
Efectividad de las revisiones de los
equipos de ALD
El equipo de ALD revisó el 5 por ciento de los
archivos de clientes nuevos para determinar si
los clientes estaban evaluados adecuadamente
como PPE de alto riesgo. El equipo de ALD
no detectó ninguna categorización incorrecta
de clientes. Durante el periodo relevante, el
equipo de ALD rechazó solo 35 de 700 solicitudes formales de banqueros privados (aproximadamente el 5 por ciento); aunque algunas de
las demás solicitudes informales fueron rechazadas antes de que se convirtieran en solicitudes
informales. Con todo, la FSA consideró que el
equipo de ALD se estaba fiando demasiado de
la reputación y la experiencia de los banqueros
privados en su evaluación de clientes, lo cual
llevó a un control ineficaz sobre los banqueros
privados. Esto llevó a situaciones en las que el
equipo de ALD se fió de los banqueros privados
que no recopilaron suficiente información que
de otro modo hubiera llevado a la identificación
de serias denuncias de delitos en contra de los
clientes. Estas denuncias salieron a la luz
cuando los clientes solicitaron servicios dentro
del RBS fuera de Coutts.
Incluso hubieron casos
en los que se encontró
inteligencia fiable en
su contra que alegaba
de actividades delictivas, pero los clientes
fueron aprobados sin
la adecuada consideración de más medidas
para mitigar los riesgos.
Además, Coutts rebajó
los niveles exigidos de
aprobación de clientes
de alto riesgo en 2009,
pasando de exigir que
un Departamento de
Riesgo por encima
del el equipo de ALD los aprobara hasta exigir
tan solo la aprobación del equipo de ALD. La
FSA señaló esto como una “disminución del
rigor del proceso de aprobación y control de
ALD … a pesar del hecho de que … [Coutts]
pretendía expandir su base de clientes internacional, incluso en jurisdicciones que planteaban
mayores riesgos de lavado de dinero y corrupción”. Esta es la preocupación particular dado
el negocio principal de Coutts de banca privada,
generalmente considerado de por sí como un
producto de alto riesgo.
Aunque el dictamen de la FSA no indica esto
específicamente, parece que el equipo de ALD
podría no haber sido lo suficientemente independiente de la línea de negocios que supuestamente tenían que supervisar. Esto es un tema
de creciente preeminencia en acciones de imposición de las normativas, enfatizando la importancia del c յ