#SoyUNEVErsitario Revista #SoyUNEVErsitario Número 27 | Page 5

damos cuenta que fueron muy avanzadas en sus ciencias espirituales, astronómicas, matemáticas, arquitectónicas, que hoy no comprendemos y por ello los estudiosos de la antropología han llamado mito a la construcción del pensamiento cosmogónico de la antigüedad sin estudiar precisamente la comunicación que se pudo haber entablado entre los seres humanos y su entor no. Se ha encontrado que las civilizaciones ancestrales de los cinco continentes África, América, Europa, Oriente y Oceanía albergaron culturas excepcionales que acostumbraban a simbolizar todo el entor no celeste y terrestre al que le llamaban padre y madre. Personificados en aspectos naturales o artificiales los representaban como si tuvieran vida propia, con conciencia se mejante a la humana; por ejemplo, la aurora, al día y la noche, al sol, a la luna, a los planetas, a la tierra, al agua, a la sombra incluso a los sentimientos como, la angustia, la enfermedad, la tristeza, el dolor, el amor, la vida, la muerte, etcétera. Porque para ellos, todo estaba vivo y todo era divino. Y es tablecían comunicación con las energías del entor no que son parte de la vida humana. 5 Diciembre 2019 De las tradiciones más cercanas la griega es una de ellas y en su mitología encontramos que a la aurora le llamaban Eos; al sueño Morfeo; al sol Helio; al rayo Zeus; al viento Eolo; al tiempo Cronos; a la región de las almas desencar nadas Hades; etcétera. Los antiguos mexicanos llaman a la aurora Tlahuizcalpantecuctli; al viento Ehecatl Quetzalcóatl; al sol Tonatiuh; a los lagos y lagunas Chalchihuitlicue; a la tierra Tonantzin, Chicomecoatl, Cihuacoatl, Coatlicue; al agua en conjunto con la tierra Tláloc; a la guerra, y el coraje Huitzilopochtli; al amor Tlazolteotl, por ejemplo. Lo más interesante de su ciencia es que los antiguos chamanes, sacerdotes, gober nantes, videntes, profetas, avatares, maestros iniciados de la antigüedad podían curar por medio de la energía, de la comunicación con lo divino y lo terrestre, con los espíritus de la naturaleza y las inteligencias superiores, iguales o inferiores al hombre, su conocimiento para muchos hombres de hoy es incompresible. Estos sabios antiguos vivían y experimentaban el saber antiguo y para hacerlo se desprendían de las cosas materiales, incluyendo su cuerpo, para transformarse en una esencia divina, elevándose al plano espiritual del