#SoyUNEVErsitario Revista #SoyUNEVErsitario Número 20 | Page 27
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ivimos muy cerca de una de las ciudades más grandes,
complejas y hermosas del mundo. La ciudad de México
y su área metropolitana (que incluye los municipios de
Ecatepec de Morelos, Nezahualcóyotl, Tlalnepantla,
Naucalpan, entre otros) se levantan todos los días en su diario
trajín y nos envuelven en su vertiginosa vida, sin embargo cada
rincón, cada edificio, cada museo, están llenos de historias
maravillosas entrelazadas y ocultas para que nosotros las
descubramos.
La mejor manera de conocerlas es recorrer sus calles, palacios
y museos, en ellos se cuenta la historia, la cultura y las
costumbres que se han mezclado, naciendo un sincretismo
cultural que nos da identidad como nación. Es esta sección te
invito a conocer su existencia, con la esperanza de que te
animes a ir a su encuentro y vivir la experiencia…
Si vamos a comenzar a conocer la ciudad comencemos por su
centro histórico que es su corazón, perfectamente grabado en
su Plaza de la Constitución, con su Catedral Metropolitana, su
Portal de Mercaderes, su Palacio Nacional y, bajos sus pisos, la
historia de México-Tenochtitlán perfectamente guardada,
rescatada y preservada por el Museo del Templo Mayor. ¿Estás
listo?
Según el mito que todos conocemos, el Dios Huitzilopochtli
ordenó a los Mexicas que fundaran su ciudad donde estuviera
"un águila parada sobre un nopal devorando una serpiente". La
mayor parte de las fuentes históricas señalan que la fundación
de México-Tenochtitlan ocurrió en el año (2 calli) 1325. Al
menos, esta fecha corresponde a la que declararon los propios
indígenas en los años siguientes a la Caída de Tenochtitlan en
1521.
Según cuentan, el Templo Mayor fue el centro de la vida política
y religiosa de la sociedad Mexica. Albergaba un santuario doble
dedicado a Tláloc (Dios de la Lluvia) y a Huitzilopochtli (Dios de
la Guerra). Además de la Casa de las Águilas, el Templo
de Ehécatl (Dios del viento), el Tzompantli (edificio destinado
para que ahí se colocaran los cráneos de individuos
sacrificados), el Juego de Pelota y el Calmecac (centro
educativo para los hijos de los nobles y sacerdotes), entre otras
edificaciones. Al píe de la escalinata del Gran Templo se
encontraba a un personaje femenino desmembrado, la Diosa
Coyolxauhqui, que tiene dos historias interesantes.
La primera proviene de lo que sabemos del mito mexica sobre
el nacimiento de Huitzilopochtli en el Cerro Coatepec. Se dice
que la Diosa Madre Coatlicue enfureció a su hija Coyolxauhqui
(la luna) y a sus cuatrocientos hermanos, los
Centzonhuitznahua (las estrellas) quienes decidieron
matarla. Huitzilopochtli (el sol) nació defendiendo a su
madre, para ello tomó su Xiuhcóatl (serpiente de fuego)
que era el arma más peligrosa de los dioses, y cortó los
brazos, piernas y cabeza de su hermana, arrojando los
pedazos al pie de la montaña, luego persigió a sus
hermanos y los exterminó. Por siglos, la Coyolxauqui
permaneció así cortada, al pie del templo de
Huitzilopochtli.
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Mayo 2019