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En sus curatos dejó una gran huella entre la población
por sus acciones y razonamientos, sin embargo hubo
quien lo condenara como libertino y desordenado. Ya
que en San Felipe Torres Mochas conoció a la madre
de sus hijos que llevó a vivir con él a la ciudad de Dolo-
res en 1794.
Frecuentaba continuamente las ciudades de Guana-
juato, San Miguel del Grande, Valladolid y Querétaro;
en sus visitas se realizaban juntas so pretexto científi-
co y literario pero su intención era hablar de los temas
de moda, la independencia de las Trece Colonias, la
Ilustración y la problemática que se vivía en el virreina-
to con la invasión napoleónica en España. En aquellas
reuniones concurrían personajes de gran importancia,
como el corregidor Don Miguel Domínguez y su
esposa Doña Josefa Ortiz de Domínguez, el capitán
Ignacio José de Allende y Unzaga, el capitán Juan
Aldama González, los hermanos Emeterio y Epigmenio
González Flores entre otros, fraguando sueños de
libertad y con la esperanza de lograr una emancipa-
ción nacional. José Mariano Galván empleado de
correos denuncia la conspiración de Querétaro el 9 de
septiembre de 1810, al día siguiente uno de los
integrantes de este grupo, el capitán Joaquín Arias, se
acobardó y delató el movimiento ante el alcalde Juan
Ochoa. La valentía de la extraordinaria mujer Doña
Josefa Ortiz de Domínguez, la Corregidora, alertó con
su ingenio al capitán Ignacio Allende el sábado 15 de
septiembre de 1810, para que se avisara al padre
Hidalgo de los sucesos.
Enterado Hidalgo, el Padre de la Patria, reflexionó sereno y
calmado y dio la orden en aquella ciudad de Dolores para que
se aprendieran a todos los gachupines. Uno de los testigos
presenciales, Pedro García, narra que el domingo en la madru-
gada todos los jornaleros y trabajadores se reunían muy
temprano para escuchar misa con el padre Hidalgo, angustia-
dos porque no salía a darles la misa, no faltó quién informara
de los sucesos acontecidos. Y de momento se presentó Don
Miguel Hidalgo y Costilla a comunicarles:
“Amigos y compatriotas: no existe ya para nosotros ni el rey ni
los tributos… la hemos sobrellevado hace tres siglos como
signo de la tiranía y servidumbre; terrible mancha que sabre-
mos lavar con nuestros esfuerzos. Llegó el momento de nues-
tra emancipación; ha sonado la hora de nuestra libertad; y si
conocéis su gran valor, me ayudaréis a defenderla de la guerra
ambiciosa de los tiranos. Pocas horas me faltan para que me
veáis marchar a la cabeza de los hombres que se precian de
ser libres. Os invito a cumplir con este deber. De suerte que sin
patria ni libertad estaremos siempre a mucha distancia de la
verdadera felicidad. Precisó ha sido dar el paso que ya sabéis,
y comenzar por algo ha sido necesario. La causa es santa y
Dios la protegerá. Los necios se atropellan y no tendré, por lo
mismo, la satisfacción de hablar más tiempo ante vosotros.
¡Viva, pues, la Virgen de Guadalupe! ¡Viva la América, por la
cual vamos a combatir!”
La multitud abrazo con euforia el espíritu de libertad y es así es
como inició el movimiento libertador de Don Miguel Hidalgo y
Costilla padre de la patria.
¡VivaMéxico!
Bibliografía.
García Pedro 2003 [1810] Con el cura Hidalgo en la guerra de Independencia. Edición conmemorativa del CCL aniversario del natalicio de Don
Miguel Hidalgo y Costilla Padre de la Patria. México: LVIII legislatura de la H. Cámara de Diputados. Textos de la Revolución Mexicana.
Martín Hernández, Francisco. (1992) “El Colegio de San Nicolás de Michoacán a fines del XVIII y principios del XIX”. En Estudios de historia
social y económica de América. (Universidad Pontificia de Salamanca). ISSN 0214-2236, Nº 9, 1992, págs. 289-301
García Pedro 2003 [1810] Con el cura Hidalgo en la guerra de Independencia. Edición conmemorativa del CCL aniversario del natalicio de Don Miguel
Hidalgo y Costilla Padre de la Patria. México: LVIII legislatura de la H. Cámara de Diputados. Textos de la Revolución Mexicana. Páginas 39 y 40
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Septiembre 2018