¿Por qué los costarricenses hacen mal uso de las tarjetas de crédito?
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2 Trimestre
14/08/2017
Con la globalización, las personas buscan nuevas alternativas para poder satisfacer sus necesidades adquisitivas. Televisores, teléfonos celulares y electrodomésticos son algunos de los artículos con más demanda en el mercado. Aunque esto resulte beneficioso para ciertas empresas, representa un costo elevado para cada ciudadano, por los que estos recurren a fuentes de financiamiento poco rentables como lo son las tarjetas de crédito, medio con el cual tienden a gastar más de lo que pueden pagar.
Los estudios comparativos del Ministerio de Economía, Industria y Comercio relacionados a este tema muestran un crecimiento paulatino de la cantidad de tarjetas de crédito que circulan actualmente en el mercado, en el 2015 la cantidad de tarjetas era de 2 100 000, en 2016 incrementó a 2 330 000 y actualmente en el 2017 existen aproximadamente 2 493 100 tarjetas esto tomando en cuenta titulares y adicionales. Pero la cantidad de tarjetas no es lo único que ha aumentado exponencialmente, la deuda efectiva por este mismo concepto al 2015 fue de ₡836 870 millones, en 2016 de ₡1 005 000 millones y para un saldo actual en 2017 de ₡1 100 000 millones de colones.
La encuesta de Bancarización, Finanzas y Ahorro en Costa Rica realizado por la Asociación Bancaria Costarricense (ABC) del 2015, reveló que el 54% de los costarricenses prefiere ahorrar en lugar de endeudarse, sin embargo, según el último reporte del Global Findex realizado por el Banco Mundial en 2014, sólo el 24% de los costarricenses mayores de 15 años tienen cuentas bancarias activas para ahorrar.
"Es necesario que los consumidores conozcan que el costo final de un bien adquirido mediante una tarjeta de crédito, es muy alto si se compara con el precio del artículo al contado, por esta razón el mejor consejo que se le puede dar a un consumidor es que planifique sus compras y ahorre, en caso de que tenga que utilizar algún medio de financiamiento", comentó el viceministro de Economía, Carlos Mora.
Evaluar la necesidad real de la compra: A veces lo más importante es lo que necesitamos, no lo que queremos. La compulsividad surge del falso sentimiento de necesitar todo, cuando realmente no es así; si realmente medita sobre qué y qué no necesita, podrá ahorrar mucho dinero en ello.
Tenga una meta antes de salir a comprar: A muchas personas les suele pasar que van de compra y no saben que van a comprar, adquiriendo cosas innecesarias en el proceso. Si su objetivo de compra es claro, se evitará la fatiga de ir por un producto y salir con diez bolsas de más.
Tómese su tiempo: un lapso de 24 horas es recomendado a la hora de meditar sobre si se necesita realmente un producto, pues durante ese tiempo se estará fuera de la presión y falsa sensación de necesidad que se produce al ver un artículo. Gradualmente se verán los pros y contras y la respuesta saldrá por si sola.
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