SOLITA MI ALMA
Quién te dijo alma mía
que vendrán a rescatarte
de este infierno tan vacío,
que ni llamas ya le arden?
Qué te habrá dicho la luna
al pasar en un reflejo
cuando huía de otro cielo
y creíste tan en serio?
Las historias de princesas
con valientes muchachuelos
convierten las calabazas
en carros por un momento.
Ya no esperes el milagro;
no pretendas ya consuelo,
que no hay hadas madrinas
adentro de tus pañuelos.
Alma mía, sobrevive,
puro sol, venas de tiento,
no desgarres tus ternuras
que es lo que vas teniendo.