SOPLOS
Soplos del alma que indaga profundo
buscando el calor de la huella infinita
que lleva en su savia la fuerza del mundo
que lleva en sus ojos tu tierna caricia.
Soplos que hinchan la voz de mis venas
que tañen campanas de duro metal
que rasgan crujientes las brillantes telas
del telón que quiere pintar el final.
Soplos aleteando entre volteretas
dibujando un arco de azul y de añil
Soplos recordando que las marionetas
tornan en sonrisas tu entrecejo gris.
Son los soplos que me trae el viento,
que me dan la mano para resistir,
que inundan las hojas de deseos canos
y dejan mi alma, desnuda, fluir.