DON OSCAR
Donde anidan claveles perfumados
donde el Sol de la guitarra suena eterno,
donde sientas presencia de versares
es que está Don Oscar de poncho al viento.
Si se vuelve la guarania miel de voces
si se tornan esos versos tu desvelo,
y una niña mueve tímida la frente
es que asiente del galán un verso tierno.
Paso tanguero, cadencia en su mirada,
picardía a dúo con una milonga recitada,
palabras empapadas de experiencia,
aciertos duchos y consejos de arrabal.
Este amigo anida entre sus brazos
los momentos que le dieras, tus recuerdos.
Este hombre enseña con templanza
que el que es bueno disfruta de sus tiempos.
Homenajes no le caben a los vivos,
ni tonadas al mejor serenatero,
No hay regalo que se iguale con sus dones
es por eso que le ofrezco yo estos versos.