SOPLOS 1 - 2010 | Page 10

HAZ EL PARAJE DE LA LUZ DEL ÁNGEL El hábito no hace al monje ni el sol asegura un nuevo día. No es la luna la que lava las penas ni la noche dueña de tu algarabía.   Solo buscando, adentro y sin reservas se descubre el solaz de la alegría. Haz la paz, con tu mano y tu herramienta; Ahorra frases que no gestan armonía.   No construyas a tu vera fortalezas, y no huyas del problema que dirimes, que te inunde la luz de la sapiencia, que te aborden los días más felices. Dicen que en un paraje mágico muy alto, muy lejos del suelo, donde el aire pesa menos, hay hadas mágicas que vuelcan polvos maravillosos en su revuelo haciendo que se pierdan los caminantes y sin saberlo alcancen sus sueños. Un grito de agua fresca, tímida voz del cielo, canta y resuena suave en su lecho; inventando sin moldes conocidos un disfraz de tul y flores de hielo; Solo un ojo con mucho brillo puede ver la luz creciendo cuando se enamora el ángel y baila convertida su imagen en lucero.