Soltalk May 2020 | Page 40

Spanish Lesson Diario del Confinamiento Desde el 14 de marzo todos los que vivimos en España estamos confinados en nuestras casas a causa del famoso coronavirus, esto significa que no podemos salir excepto para ir a comprar productos de primera necesidad, para ir a trabajar si tu trabajo es una actividad esencial, para ir al médico, para visitar a un familiar mayor que viva solo y para pasear al perro. Los niños no pueden ir a la escuela y los mayores no podemos salir a pasear o a hacer ejercicio, todo en casa. Afortunadamente internet ofrece una gran variedad de actividades, desde hacer una clase de yoga o taichí, hasta estudiar una lengua, pasando por cursos de cocina, ver operas o tu serie favorita en Netflix. Por eso hoy con “Diario del Confinamiento” vamos a repasar los tiempos verbales del Indicativo. Escribo esta página en la semana 5ª del confinamiento, por eso todo lo que hice hasta la semana 4ª incluida lo tengo que contar en pretérito indefinido (hay 15), pretérito imperfecto (hay 13) o también en pluscuamperfecto (3). Búscalos. ¡Vamos allá!!! Málaga y para descansar tomar un café con leche o chocolate caliente con torrijas, el dulce típico durante la Semana Santa. Finalmente pude hacer las dos cosas pero de manera diferente. La Semana Santa la vi on line (imágenes de otros años) y las torrijas las hice yo en casa. Estaban bastante buenas tengo que decir. Y ahora estamos en la quinta semana de reclusión y como podéis ver, ahora voy a cambiar los tiempos verbales y voy a usar el pretérito perfecto (hay 10) y el presente (6). Búscalos. Esta semana como ha llovido, he pasado mucho tiempo dentro de casa. Quiero decir que no me he sentado en la terraza a leer. He podido comprar harina y he hecho varios bizcochos. Naturalmente he continuado con mis paseos alrededor de la casa, pues con tantos bizcochos y copitas de vino es necesario hacer ejercicio. También he hecho algunos ejercicios de yoga y he hablado por teléfono. He descubierto que en este confinamiento estoy utilizando mucho el teléfono de casa, que además es gratis. Hoy he escuchado en la tele que el gobierno quiere prolongar el estado de alarma. Esto significa que no podremos salir de casa antes de mayo. La primera y segunda semana de la reclusión en casa, como tenía mucha energía, decidí limpiar y ordenar todas las cosas que no había hecho durante mucho tiempo, bien porque no tenía ganas o bien porque estaba trabajando y no tenía bastante tiempo. Limpié la cocina a fondo, tiré a la basura botes de especias que habían caducado e incluso encontré cacharros de cocina que había perdido. Después me pasé a la limpieza de ventanas, una pérdida de tiempo, porque ahora con tanta lluvia los tendré que limpiar otra vez. Por las tarde llamaba por teléfono a la familia y amigos con los que no hablaba desde hacía mucho tiempo. También hice algunas clases de yoga on line, pero tengo que admitir que esto no me gusta tanto. Por eso cuando empezó la tercera semana de la reclusión conté los metros que hay alrededor de mi casa y son doscientos, por eso pensé que si hacía 15 vueltas a una buena velocidad, hacía 3 kilómetros cada día. Esa semana también tuve que preparar todos los recibos y facturas del primer trimestre para llevarlos a mi contable, pues hay que pagar los impuestos antes del 20 de abril. Ahora con este confinamiento no puedo trabajar, pero el gobierno no perdona sus impuestos, pero ese es otro tema. Los tiempos verbales que voy a usar para contaros mis planes de las próximas semanas son el presente (hay 10) y el futuro (10). Búscalos. Las próximas semanas si hace buen tiempo, deja de llover y sale el sol, limpiaré la terraza y la prepararé para el verano. Limpiaré otra vez las ventanas, este es un trabajo que no me gusta hacer. Si la temperatura es buena haré el cambio de armario, es decir, guardaré la ropa de invierno y sacaré la ropa de verano. ¿Podremos ir a la playa este verano? ¿Podremos reunirnos con la familia y amigos en una terraza para tomar una cerveza fresquita? ¿Volveré a ver a mis estudiantes peleándose con los tiempos verbales? La respuesta es SÍ, cuándo no sé, pero espero que muy pronto. La tercera semana decidí hacer pan, bizcochos y galletas, tonta de mí, ¡no había harina en ningún supermercado! Y claro, no podía estar buscando por toda Nerja, no quería que la policía me pusiera una multa por un simple bizcocho. Finalmente llegó la cuarta semana del confinamiento, Semana Santa y sin procesiones, qué pena más grande. Nunca antes he visto esta situación. Desde niña recuerdo ir a ver las procesiones en Cuidaos mucho y no perdáis la esperanza que un día podremos con este virus. MARIA JESÚS DE LAGUNO Tel: 679 294 157 Email: [email protected] 38