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Biónica: biología y técnica

Hace algunas décadas se creó un nuevo campo científico-tecnológico que precisamente aborda el estudio de sistemas biológicos para la obtención de productos técnicos, al cual se le denominó biónica. Esta palabra fue acuñada por el médico estadounidense Jack E. Steele en 1952. Su popularización se debió a las series televisivas ‘El hombre de los seis millones de dólares’ (‘El hombre nuclear’, en Hispanoamérica) y la ‘Mujer biónica’, en la década de los 70. La palabra biónica se conforma de las raíces griegas ‘bios’ (vida) e ‘ica’ (relativo a), es decir, etimológicamente significaría “relativo a la vida”. Aunque también se menciona que la palabra biónica se formó de los segmentos resaltados de las palabras BIOlogía y técNICA.

El propósito principal de la biónica es la creación de sistemas artificiales para reproducir las características y la estructura de los organismos vivos. Esta disciplina puede tener aplicación en todas las ramas de la ingeniería, la arquitectura, las ciencias naturales, formales, o incluso sociales. A la biónica también se le conoce como biomimética y biognósis, cuyos prefijos vienen de la raíz griega ‘bios’, y el resto, de las raíces ‘mímesis’ (imitación) y ‘gnósis’ (conocimiento). Es decir, estas palabras significarían “imitación de la vida” y “conocimiento de la vida”, respectivamente.

Formalmente hablando, la cibernética ‒a comienzos de la segunda mitad del siglo XX‒ fue la primera en tender un puente entre la biología y la técnica. Estableció una analogía entre la estructura y el funcionamiento de los sistemas vivos y los artificiales (sistemas reguladores). Por tanto, la cibernética podría ser la precursora de la biónica como disciplina bien diferenciada. Posteriormente, surgieron áreas como la inteligencia artificial (donde se aborda el desarrollo de redes neuronales, algoritmos genéticos, entre otros) y la visión artificial (detección e interpretación de objetos en imágenes), las cuales tienen una estrecha y evidente cercanía con la biónica.

Aplicaciones de la biónica

Como podemos ver, el quehacer de la biónica es muy amplio, el cual va desde la aplicación de la topología del delfín en la aerodinámica de algunos vehículos, hasta el diseño de edificios con trazados de formas naturales y biológicas ‒con el objeto de incrementar sus cualidades estructurales y estéticas‒. El caso más difundido, dentro de la arquitectura biónica, es precisamente el de la Torre Biónica, que pretende ser una ciudad vertical que podría dar albergue a más de 100 mil personas.

La ciencia de materiales se apoya en la biónica al imitar, hasta cierto punto, materiales compuestos, como el hueso, las conchas de algunos mejillones y la madera; o también al imitar sus formas macroscópicas para incrementar las propiedades mecánicas de elementos estructurales o de soporte. Asimismo, se han estudiado y desarrollado materiales biocompatibles para el recubrimiento de prótesis invasivas (como las de cadera, rodilla, húmero, entre otros). Además, hay que añadir que la biónica también interviene en el diseño y manufactura de soportes adecuados para el cultivo y crecimiento de tejido biológico.

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Velocista paralímpico

Quizá los desarrollos tecnológicos más conocidos de la biónica sean las prótesis de brazos, comúnmente accionadas mediante señales mioeléctricas (pequeñas corrientes eléctricas de los nervios que accionan los músculos), o las prótesis de piernas (no es raro observar velocistas con algunas de estas prótesis). De igual manera, se han desarrollado exoesqueletos que podrían otorgar movilidad y cierta independencia a individuos parapléjicos y tetrapléjicos.

En general, todo el instrumental y equipo biomédico ‒desde medidores de glucosa para diabéticos y marcapasos, hasta monitores de signos vitales y respiradores artificiales‒ han tenido a la biónica como soporte. Dentro de estos dispositivos podrían destacar las retinas biónicas (chips fotosensibles implantados en el ojo) que son capaces de devolver parcialmente la vista, y los implantes cocleares (transductores que convierten las señales acústicas en eléctricas) que estimulan los nervios del oído para mejorar la audición.