Skapa't | Page 16

-Will, - dijo ella con una cara que se asemejaba al metal candente¿qué narices haces en mi casa la noche que doy una fiesta, sin que yo te haya invitado? -Verás…- Will comenzó a sonreír con toda la maldad que posee un niño cuando ve que su travesura ha surgido tal y como planeaba- tu compañera de piso nos invitó… -¿Has dicho… – preguntó, ella con una cara de sorpresa tan iracunda que heló la sangre de Will un instante.- ¿”nos”? Sim y Eph se asomaron con una sonrisa de oreja a oreja, y con total descaro saludaron sin decir ni “mu”. Las tres figuras entraron a la casa, la cual no estaba tan llena como se habrían imaginado en un principio los jóvenes, tan solo había una treintena de personas como mucho, y la casa era grande, demasiado grande para tan pocas personas. Daba la sensación de que eran pequeñas migajas en un plato demasiado grande, el cual ya nadie quería, o el cual nadie estaba dispuesto a comer de él. Sim se acomodó contra una pared, no muy alejada de la puerta, acechaba como un lobo, sin quitarle ojo. Will se había hecho con un taburete, el cual probablemente habría cogido de la cocina, también llevaba una botella que nadie estaba vigilando y cinco vasos medianos que, como supondréis, sus dueños no los custodiaban con suficiente atención. Eph, en cambio, parecía exasperado por el simple hecho de estar en aquella fiesta; se sentía como una aguja en un pajar, o como una hoguera en el mar, solo y en constante peligro. Los tres jóvenes empezaron a beber y a hablar. Will mascullaba debido a la bebida, la cual contenía alcohol, mientras que Sim se la bebía sin hacerle muchos ascos, más bien se regodeaba de no tenerle ningún asco, y como la fiesta no prometía simplemente bebían y hablaban. Pasó el rato, y Sim y Will comenzaron a preguntarse lo mismo, “¿dónde está ella?” La fiesta seguía siendo ruidosa y embriagadora, pero continuaban sin tener ningún motivo para fingir