Gran Hermano llega a nuestras casas__________
Somos todos participantes de un gran reallity show, uno de los más polémicos por su
formato: grabar todas y cada una de las cosas que cada concursante hace desde que
se despierta hasta que se va a dormir, es más, incluso mientras duerme.
El caso es que este programa, producido por las grandes empresas tecnológicas cuyo
producto está conectado a la nube, ha ido poco a poco transformando los muros de
piedra de las casas en finas planchas de cartón, reduciendo así la privacidad de los
participantes de este concurso: la vida. Ahora bien, solo aquellos jugadores que han
decidido iniciar una partida distinta en otro servidor sin tantas conexiones son los que
han conservado los gruesos muros de piedra.
No obstante, el realitty se pone aún más interesante cuando se empieza a recoger “data”
de cada uno de los concursantes para prepararlos, después, su bebida caliente más
apetecible, según su estado de ánimo o la hora del día gracias a la previa experiencia
analizada. Además, a los productores del concurso, les gusta tener a cada jugador bien
controlado en cada momento, ya sea físicamente donde están o para generar un perfil
ideológico. Con este, al concursante le llegará una información de lo que está pasando
en el exterior de la casa personalizada, así como la publicidad según sus recientes
intereses. Finalmente, los productores también tienen la opción de comercializar estos
perfiles de usuario con otros productores para hacer, según estos mismos, un mundo
mejor y más sencillo.
Desde mi humilde opinión, los administradores de la partida, es decir, aquellos que
regulan las reglas y, por tanto, hasta dónde pueden llegar los productores, deberían
empezar a ser menos permisivos. Y es que deberían empezar ya puesto que, de no ser
así, llegará un momento en que los productores tendrán más poder que los propios
administradores.
Ivan Rodríguez Puvill
2º de Bachillerato A
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