Skapa't | Page 83

Nuestra arma de doble filo____________________ La verdad es una de las grandes incógnitas en la actualidad, o más bien, su uso. ¿Para qué se utiliza? ¿Con qué finalidad alguien dice la verdad? ¿Es buena? Todos conocemos la buena faceta de la verdad. Esa que pone en práctica la verdad para hacer el bien, esa que utiliza la verdad como un medio de sabiduría y antepone el decir la verdad, por muy dolorosa que sea, a decir una mentira o recurrir a una verdad maquillada. Sin embargo, esta verdad perfecta no es tan perfecta, pues también tiene un lado oscuro, como el de esos personajes de series o películas que poco a poco evolucionan a antagonista en cuanto su lado oscuro se hace visible y sucumben a él. Pero, pensará la gente, esto es la vida real. Nosotros no somos ese antagonista con lado oscuro al que se sucumbe. Con todo, ¿qué fácil o difícil es sucumbir al lado oscuro de la verdad? El lado oscuro de la verdad es aquel lado sincero, pero a la vez cruel, de esta. Por ejemplo, ¿no le duele a un niño cuando se entera de que esos Reyes Magos, en los que él creía profundamente, no existen y son en realidad sus padres? O ¿no le duele, u ofende a alguien, cuando otra persona desmonta sus argumentos? Ambas situaciones duelen, y duelen porque la verdad ha sacado a la luz su lado cruel, ese lado oscuro que tiene. ¿Sigue siendo buena la verdad en el momento en que duele? La verdad no es más que un arma de doble filo. Un filo bueno, perfecto, pensado para aportar luz de manera sabe e iluminar nuestra vida, pero también un filo cruel, a la vez sincero, pero pensado para aportar luz y cegar con una verdad lista para hacer daño. Y depende de nosotros emplear un filo u otro. Nerea Sánchez Bueno 2º de Bachillerato B *****