Skapa't | Page 82

Mi decisión más dura________________________ Nunca he tenido amigos. Desde mi nacimiento creé una relación de amistad con un muñeco que mis padres me regalaron, Tod. Siempre soñé con tener un buen amigo, pero no imaginé que sería un muñeco. Tod me acompañaba a todos los sitios. Una tarde en el parque de atracciones, una noche de cine en casa, una comida familiar...etc. Durante mucho tiempo, Tod fue mi mayor apoyo y mi mejor consejero. Crecí con él compartiendo experiencias y risas, pero un día todo esto cambió. Tod ya no se encontraba como al principio, su apariencia era desgastada y triste. Además, había sido víctima de varios accidentes: Una tarde, en el patio de casa, mi perro le arrancó una pierna mientras jugaba con él; un día de lluvia, Tod se me cayó a un charco de barro pringoso del que no pude sacarlo a tiempo. Así mismo, por el uso y el tiempo que llevaba conmigo, muchas partes de su cuerpo estaban descosidas o rotas. Cuando cumplí nueve años tuve que tomar la decisión más difícil. La noche anterior, mantuve una larga conversación con Tod. Me hizo reflexionar sobre que ya había llegado su hora, y era el momento de hacer nuevos amigos. Durante todo el día pensé en si guardar a mi mejor amigo un tiempo más o deshacerme de él. Finalmente comprendí que debía pasar página y darle a Tod el final que se merecía, y que, desesperadamente, él me había pedido. Fue una decisión dura, pero entendí que lo mejor era quedarme con las experiencias y recuerdos a su lado y centrarme en la gente que se encontraba a mi alrededor. Así descubrí que las personas no eligen nacer, pero deberían poder elegir cuándo morir si sienten su vida como terminada. María Sabin Bonilla 2º de Bachillerato B *****