Racó literari
CALLEJÓN SIN SALIDA
-¿Quiénes sois vosotros?-pregunta, representando una mueca de asco
con la cara.
Me encantaría utilizar mi posición en la policía para ponerle unas esposas
y encerrarlo en el calabozo durante varias horas, pero me limito a
enseñarle mi placa y decir:
-Queremos hacerte unas preguntas.
Nos hace pasar. Es bastante grande, en comparación con su bar o la casa
de Javier Ortega. Entramos al salón. Me invade un olor a nuevo y a legía,
como si se hubiese pasado toda la mañana limpiando. No hay ni una
mota de polvo, ni en esta pieza de la casa ni en ninguna.
-Daros prisa-exige,-en veinte minutos debo hacer algo.
-Nos sobrarán quince-le digo, desafiándole.
Sara le muestra la fotografía de Alicia.
-¿Conoces a esta mujer?-pregunta.
El hombre la observa con atención, frunciendo el ceño.
-Hum… sí, creo que estuvo en mi bar la noche del domingo y la empalmó
con la madrugada del lunes.
-¿E iba con alguien?
-La acompañaba una chica… al principio se reían y charlaban con un tono
bastante alto, tanto que algunos de los clientes se quejaron del ruido que