Racó literari
HISTORIA DE UNA ASESINA
-No podemos perderla de vista -le dijo Olivia a Ángel.-Cualquiera de los
rajaculos podría intentar matarla, así que debemos sacar de casa todos
los objetos afilados.
-Tal vez no sería tan terrible que intentasen matar a Anaïs y lo
consiguiesen…-dijo Ángel.
- ¡No puedes estar hablando en serio! ¿Es que has perdido la fe en ella?
- ¿Y si es realmente mala? -añadió.
-Entonces… sí que deberías perder la fe en ella -respondió Olivia.
-Me niego a creer que es mala -dijo Ángel, con una expresión de
angustia.
- ¡Oh, ¡Dios mío, claro!
- ¿Qué sucede?
- ¡Música! -exclamó Olivia. -¡Nos hemos olvidado de la música! Es lo
que Anaïs necesita. Esa niña tiene un alma, y hay que encontrársela sea
como sea. Hay que contratar a un especialista para que les dé clases.
-De acuerdo, querido, pero no te hagas muchas ilusiones. Podría no
funcionar.
-Tiene que funcionar. Funcionará.
Y de esta forma, Nicolás Garmendia llegó a la casa de la familia García
Sánchez.
Las tres hermanas nunca olvidaron su nombre. Y no porque les
enseñara una canción que hablaba de un carnicero loco, sino porque
algo ocurrió.
Una mañana, el profesor llegó pronto a clase, y Anaïs también. Cuando
Helena y Julia entraron a la biblioteca a la hora acordada, encontraron a