Nos encontramos con un poema místico de San Juan de la Cruz, titulado la “Llama de
amor viva”, creado en 1584. Este poema pertenece a las obras completas de San Juan de la
Cruz.
San Juan de la Cruz, nació en Ávila, en 1542.
Ingresó con tan sólo 22 años en la orden de los
carmelitas, donde cambió su nombre, Juan de
Yepes por San Juan de la Cruz. Animado por Santa
Teresa de Jesús emprendió la reforma de la orden,
misión que lo llevó a la cárcel durante ocho
meses. Falleció en 1591.
La originalidad de su obra, radica en el contenido, donde nos transmite su
experiencia mística, recurriendo a imágenes de la poesía amorosa profana, mostrando una
gran sensualidad. Su estrofa por excelencia es la lira. En su poesía, funde motivos y formas
de poesía clásica, renacentista y popular con elementos bíblicos. El tema del poema “Llama
de amor viva”, es la unión mística con Dios y el amor que el poeta siente hacia este.
En cuanto a la estructura externa, podemos decir que respeta la idea del equilibrio
renacentista, ya que divide el poema, en dos partes iguales, donde hay, en cada una de
estas partes, dos estrofas.
Las cuatro estrofas que aparecen en el poema son estrofas de seis versos (7a,7b,11C,
7a,7b,11C). Una estructura muy similar a la lira, pero que, al ser de seis versos, adquiere el
nombre de lira Sanjuanera. Esta estrofa creada por el autor, nos señala la gran capacidad
creativa que poseía.
En cuanto a la estructura interna, el equilibrio renacentista se observa también en el
contenido las estrofas. En la primera, el poeta pide a Dios que rompa la barrera entre lo
divino y lo real y le permita unirse a él. “Rompe la tela del dulce encuentro” diciéndole que
la misma llama de su amor le está hiriendo y que ya está preparado para el encuentro. En la
segunda, se hacen alusiones a la Santísima Trinidad (espíritu santo) y nos identifica la vida
eterna, que se encuentra después de la muerte. En la tercera, explica la influencia en su vida
que le aportan la luz y el color de Dios. En la cuarta y última estrofa, explica cómo se