Skapa't Nadal 2018 | Page 79

En aquellos años me quedaba al comedor dos días a la semana. Un día, para pasar el rato con dos de mis amigas, quedamos en hacer tonterías para hacernos reír las unas a las otras. Allí estaba Dámaris, de ojos azules, pelo castaño, chica muy inteligente y físicamente muy flexible. También estaba Judith, de ojos marrones, divertida e inteligente y nada pero nada flexible. Ambas intentaban hacerme reír: empezaron a dar vueltas, se cayeron al suelo, hicieron la croqueta, se levantaron y colocaron una encima de la otra... y yo seguía sin reír. En una de las piruetas, Dámaris se abrió de piernas. Judith también lo intentó pero no lo consiguió. Todavía recuerdo la cara de dolor. Yo no me lo esperaba y no pude reírme más. Sé que es una anécdota algo tonta pero para mí ha sido bonito recordar a dos amigas que conozco desde la guardería y que ahora veo mucho menos. Espero tener más momentos así con ellas. Aina Vila 1º de ESO A