Skapa't Nadal 2018 | Page 16

Harper Pitt _______________________________________________ Vista desde el punto de vista del espectador, Harper Pitt aparece bajo el foco como el soporte cómico de la obra, una parodia de la inestabilidad mental y la mujer neurótica en la América de los 80. Tiene alucinaciones surrealistas sobre agencias de viajes, quema la cena de su marido homosexual, suelta monólogos sobre la destrucción de la capa de ozono en cualquier ocasión… En definitiva, simboliza el desastre que todos llevamos dentro. Pero Harper es mucho más que un estereotipo o una caricatura extravagante. Ella es una víctima de abusos físicos y psicológicos y nunca consigue huir de su pasado, atormentada por fantasmas que la rodean todas las horas del día. Creció sola y deprimida en una familia que la odiaba, la pegaba, la maltrataba. Se enamoró de Joe y, al casarse con él, debió de pensar que por fin podría ser feliz. Lo peor es que vio todos sus sueños romperse en mil pedazos: él nunca pegó a Harper, pero sí que la torturó psicológicamente a su propia manera. A lo largo de la obra nunca vemos un poco de empatía, preocupación o afecto real en Joe, solamente el escándalo hacia una mujer que casi consigue escapar a las cadenas sociales de ejemplar esposa y madre que la sociedad pone sobre sus hombros. La trata casi como un objeto con el cual puede esconder su orientación sexual; siente envidia porque él no puede huir de la presencia omnipotente del heteropatriarcado y la severidad mormona. La necesita para saber que hay alguien que está peor que él. La mente de Harper es, al mismo tiempo, su salvación y su maldición, una vía para escapar del auto odio que lleva incorporado en su interior. Es agorafóbica y el piso, por muchas paredes que pinte, es la peor y más solitaria de las prisiones. Resulta irónico y