Anastasia___________________________
Era una tranquila noche de verano. Jesús y Anastasia paseaban plácidamente
por el bosque. Todo iba bien hasta que empezaron a escuchar la tormenta que se
avecinaba. No pasaron ni dos segundos y ya estaba sobre ellos. Los jóvenes,
desesperados, buscaron dónde cobijarse. Afortunadamente, Anastasia vio a lo lejos
una cueva en la que se refugiaron.
Entraron en ella empapados por la lluvia y con la esperanza de que aquella
tormenta se fuese pronto. Las horas iban pasando y nada, todo seguía exactamente
igual. Los jóvenes pensaron que lo mejor
sería dormir y, al amanecer, regresar a su
poblado. La noche pasó y a la mañana
siguiente Jesús despertó solo. No había
rastro de Anastasia. Pensó que tal vez ella
había vuelto al poblado, pero no entendía
por qué no le había avisado. Entonces, salió
corriendo de la cueva para ir a su poblado.
Una vez allí, buscó sin cesar a Anastasia. Nadie la había visto, nadie sabía dónde podía
estar.
Jesús decidió volver al bosque donde habían pasado la noche, buscó y buscó,
pero no encontró nada. Como último recurso decidió volver a la cueva donde pasaron
la noche. Allí quedó inmóvil al ver que la cueva donde se habían refugiado había
desaparecido.
Isaac Guerra
4 de ESO