hecho esto? U otra escena donde aparecen las cinco chicas restregándose las manos
con las distintas partes del cuerpo, “limpiándose” después de la atrocidad a la que las
han sometido. Queriendo borrar las huellas de tal individuo y el mal recuerdo.
La expresión corporal, e incluso el sonido de sus respiraciones nos ayudó a la hora de
entender el mensaje. Personificaban muy bien el miedo, la inocencia, la desolación…
Pero en algunas secuencias no acababan de estar a la altura. Aun así, reitero que
lograron transmitir el mensaje de manera clara, especialmente la actriz que relata el
abuso infantil, seguida de la del primer relato de violación. Sus cuerpos y ojos
demostraban el asco, la rabia y la repugnancia. Difícilmente se podría explicar con
palabras.
Por otro lado, lo que hacían con la música es precioso y en mi opinión, de admirar. La
música es representada por un piano, pero además de crear una melodía harmoniosa,
bella y de profunda ternura, utilizan loops y sonidos electrónicos con los que crearon
ritmos muy agobiantes los cuales lograron ponerme excesivamente angustiado, si esa
era la intención. Esperaba histérico que concluyesen. Sin estas melodías, la obra no
hubiera tenido el mismo impacto. Una de las que más me gustó fue el sonido
interpretado por la batería, que a mi parecer representaba los acelerados latidos del
corazón de la protagonista. A menudo no son necesarias las palabras, y en esta obra, el
cuerpo y la música hacen uso de un lenguaje comprensible.
Aüc, un espectáculo incómodo y tierno a la vez, que con la primera frase (dirigida al
público) ya trastoca a muchos: “¿Tenemos vuestro consentimiento?”. Representa una
realidad decepcionante que no deseamos tener que ver pero que no debe ser
silenciada. No es un problema que deben solucionar solo las mujeres. Es un asunto que
debe combatir la sociedad, tanto hombres como mujeres.
Joan Rodríguez
1º de Bachillerato A