la había visto, me estaba cantando una canción que reconocí al instante ya que me
había mencionado muchas veces que me la cantaba cuando era pequeño, y
simplemente me relajé y disfruté de ver cómo me casi susurraba esa canción tan
bonita y que tantas sensaciones agradables me había transmitido incluso una vez
siendo mayor.
Cuando más estaba gozando la atmósfera que creaba mi madre al cantar esa
canción, volvieron a aparecer esas pausas intermitentes y a sentir el balanceo,.
Nuevamente cambió el escenario, pero esta vez para mi sorpresa ya no estaba en
mi niñez, me veía a mí mismo como si fuese un ente ajeno a mi cuerpo, en la cama
de hospital en la que llevo ya dos años desde los catorce hasta los dieciséis y, de
rodillas, al lado de la cama, permanecía mi madre cantándome la canción de mi
infancia mientras lloraba. Se había acabado mi sufrimiento y qué bien que le
hubiese pedido a mi madre que me cantara antes de caer en ese mar de recuerdos.
Sería pues la primera y la última vez.
Segon premi de 4t d'ESO en llengua castellana
NADIE escrit per la Maria Calvo Fornier
Me senté frente al ordenador, luz blanca cegadora frente a mí. Escribí, borré, volví a
escribir y volví a borrar. Todo mi ser se bloqueó, no conseguía quitarme de la
cabeza una idea que no llegaría a nada, hasta que por fin, abrí las ventanas de mi
casa al viento y todos esos pensamientos se fueron con él. Así surgió esta pequeña
historia, que aunque pueda parecer insignificante, es un todo para mí porque esta
es MI HISTORIA.
Hace un tiempo que conseguí huir de la mafia que años atrás me engañó con la
promesa de un mundo mejor. Desde entonces he intentado denunciarlo, pero todo
el mundo mira hacia otro lado.
Fui a la policía, pero pareció no importarles, no me ayudaron, ni siquiera me miraron