eran estas personas, sobre todo el rubio por el que sentí una química especial desde
el minuto cero. La patrulla continuó con la persecución hasta que subimos escaleras
arriba en un edificio abandonado. Ellos entraron al cabo de los segundos y no
sabíamos qué hacer.
Por un momento olvidé quién era y dónde estaba. Y se encendió una luz en lo más
profundo de mi cabeza:
-
Saltemos.
Segon premi de 3r d'ESO en llengua castellana
PARA Y POR ALGUIEN QUE NO SOY YO escrit per l'Andrea Luna
Fernández
El recorrido se me antojaba interminable y tedioso, pero solo de pensar en la
exclusiva sobre la que escribiría en los siguientes meses me sugirió que valía la
pena. Tres cautivadores meses en los cuales me documentaría sobre uno de los
pueblos con más historial de sucesos misteriosos, recónditos y me atrevería a
describirlos como tétricos. Llegué a la estación vetusta y añeja del pueblo en
apariencia intransitado no fue muy aclamada por los aparentes habitantes de
Shlisselburg. En las siguientes semanas estuve intentando hablar con vecinos y
trabajadores pero en lugar de darme la información que tan educadamente les pedía
me hacían un ademán de molestia y no respondían ninguna de mis preguntas. Un
día vi salir a la vecina de su portal y fui corriendo hacia ella, al verme se sobresaltó y
me miró extrañada:
- Hola buenos días, soy Praskyva Qedorva una reportera del periódico del
pueblo vecino. He venido para documentarme un poco sobre este pueblo, pero no
entiendo el porqué de que la gente del pueblo no quiera ni dirigirme una simple
mirada- dije tan rápido que no sabía si me había entendido.