Racó literari
Un vínculo extraño
En estas humildes líneas sobre las que me dispongo a escribir no pretendo convencer a nadie
sobre lo que leerá a continuación, solo quiero narrar una de mis experiencias, que seguro que
no dejarán indiferente al lector de las mismas.
Yo siempre he mantenido la teoría de que en según qué familias y según qué parientes hay
una especie de vínculos que traspasan la mera relación sanguínea, dotándolos así de una
unión que podríamos llamar sobrenatural.
Bien, yo mismo poseo una de estas relaciones con mi abuela paterna, Luz, la cual, desde que
era pequeña, ha ido siendo testigo de una serie de sucesos, de los cuales yo, a su misma edad,
estoy siendo también testigo. Por ejemplo, mi buena abuela, desde su niñez, en el momento
de irse a la cama, siempre ha visto en el techo una cara, desfigurada y horrorosa, velando su
sueño. A mí me ha ocurrido también, desde mi niñez, un suceso parecido. Desde el momento
de apagarse la luz y hacer mis oraciones, antes de entregarme a los ingrávidos brazos de
Morfeo hasta el momento en que mis adormecidas pupilas notaban que el alba con su dulce
luz empezaba a despuntar, he visto siempre una oscura y alta silueta, que también, como en
el suceso de mi abuela, velaba mi sueño hasta que yo con mis propios ojos la veía desaparecer,
huyendo de la bondad de las luces y refugiándose en el tenebroso mundo de las sombras.
Este es mi principal argumento para demostrar esta unión sobrenatural entre parientes;
podría contar más, pero sería excesivo.
Pau Duran, 4ºD