Skapa't Juny de 2018 | Page 39

Reportajes de seis a siete teníamos que quedarnos una hora más para hacer los deberes. ¿Hacíais excursiones? Sí, a Córdoba, Cádiz, Huelva… Nos desplazábamos con autocares y visitábamos diferentes zonas de Andalucía. Normalmente no eran excursiones demasiado largas, no nos quedábamos a dormir fuera, a menos que fuera para hacer retiros espirituales, donde las monjas nos daban charlas sobre Jesucristo e íbamos a misa. ¿Qué tipo de chicas había en clase? La mayoría eran de clase media alta. Aunque también había algunas chicas que podían acceder al colegio con becas, pero debían diferenciarse, usando una bata de color distinta a la nuestra. ¿Tenías algún amigo zurdo? No, en esos tiempos, cuando unos padres veían a su hijo hacer faenas con la mano izquierda, lo corregían. Se pensaba que era un hecho que se debía educar, que no era natural escribir con la izquierda. ¿Hacíais excursiones? No. Lo único que hacíamos que se podría considerar salida era acompañar una vez al año a los niños que hacían la comunión en la iglesia. Porque en aquellos tiempos la comunión la organizaba la escuela aunque esta no fuera religiosa. ¿La escuela era cara? Sí, bastante. Casi no había escuelas públicas. Cuando empecé a trabajar a los catorce años, casi todo mi sueldo era para pagar el colegio; cobraba 100 pesetas a la semana. ¿Los profesores os dejaban hablar en catalán? ¿Ellos hablaban catalán con vosotros? Yo siempre fui a colegios catalanistas porque mi madre así los quiso, y por lo tanto siempre nos dejaban hablar en catalán aunque ellos no lo hablaban con nosotros. Pero con la particularidad de que una vez vino Pilar Primo de Rivera a Barcelona y quisieron dar una lección a mi escuela, en ese momento la Minguella, y nos tuvieron que enseñar la canción de “Cara al Sol” para ir recibir cantándola. Mar Cuñarro, Sofía Fangano