Skapa't Febrer | Page 18

La Novel·la

No se habló de negocios en toda la tarde, fue un descanso para ambos. Volvimos a ser dos críos de diez años corriendo de atracción en atracción, con una manzana de caramelo y una nube de algodón de azúcar en las manos. Parecía no haber nada ni nadie que nos pudiera detener. Nos sentíamos de nuevo vivos, sencillamente, infinitos. Eran aproximadamente las once y media cuando abandonamos la feria.

A su petición fuimos en coche hasta el mirador de la ciudad. En realidad no era más que una especie de “barranco” con un banco desde donde se conseguía una vista preciosa de la ciudad entera. De camino, ella me pidió conducir por esa carretera ancha y solitaria; quería desahogarse con una dosis de velocidad y adrenalina.

-Jamás me lo había pasado tan bien -le dije-, deberíamos repetirlo más a menudo.

Y sin pensarlo dos veces, me besó. Fue un beso breve, pero de esos que quedan marcados para siempre.

Tenía miedo, no quería sentir nada por ella y lo estaba empezando a sentir todo.

Continuará

Aida Campozo

4t d’ESO C