Relatos al estilo del Romanticismo
Los Themba
Años atrás, en un lejano pueblo apartado de la sociedad, nació Arnold, un niño de una
pobre familia de muchos hijos. En esos tiempos, las enfermedades se propagaban
rápidamente, sobre todo en invierno, cuando las cosechas apenas crecían y el ganado
moría con más facilidad. Con el paso de los años, esa familia fue disminuyendo a causa
de las muertes. Nuestro protagonista pasó de tener seis preciados hermanos a vivir tan
solamente con su hermana pequeña, Hermione. Los días pasaban y la niña parecía
mostrar extraños síntomas. A momentos, se le ponían los ojos completamente negros y
de vez en cuando tosía y expulsaba un polvo negro. Esos efectos, entre otros, en el
cuerpo de la niña, le recordaban a los Thembas, a los monstruosos seres alados que
vivían en el bosque, junto a la casa. Esos pequeños humanoides eran frecuentemente
confundidos con hadas, a pesar de sus pequeñas pero importantes diferencias entre
ellos. Los Themba, en desemejanza a las ninfas, eran seres malignos y homicidas que
mataban y torturaban a cualquiera que les amenazara o confiara en ellos a causa de su
adorable pero tétrico aspecto.
Siguió pasando el tiempo y Hermione mostraba cada vez más síntomas y de manera más
frecuente hasta que llegó el punto en que la niña empezó a cambiar físicamente: las
orejas se le alargaron como las de los elfos, sus extremidades, cabeza y torso empezaron
a disminuir de manera exagerada y los ojos se volvieron permanentemente y
completamente negros. Al terminar la transformación, Arnold se dio cuenta de que
Hermione se había convertido en un Themba. A pesar de que el chico sabía lo perversos