Relatos al estilo del Romanticismo
Una luz llamativativa
Tres años han pasado desde que vivo esta soledad, la gran traición que viví, unas
mentiras que simbolizaban un sentimiento falso hasta que encontré mi error, gracias a
un extraño sueño dentro del cual me apartaba de esa farsante que tanto me hirió por
una chica fantástica, rodeada de una extraña luz. Fui corriendo hacia ella, estaba
rodeado en la nada hasta que nada más llegar desperté y desde ese momento decidí ir
tras de esa figura que me hizo perder el control de todas mis extremidades e imaginar
una voz para ese cuerpo. Debía ser extremadamente dulce y agradable, me hipnotizaría
nada más escucharla.
Siempre estuve preocupado pensando quién podría ser esa persona que tanto me había
llamado, sabía que era un sueño, pero tenía fe en que existía y que la encontraría.
Llegó el día en que me cansé de buscar y fui al Monte de las Águilas, donde hay unas
tenebrosas cuevas y un largo y profundo bosque de árboles gigantes. Desde dentro no
llega ni la luz del sol y nunca antes se me había pasado por la cabeza ir solo hacia allí,
pero lo que ese ser me hizo sentir, la fuerza que me obligaba encontrarla me hizo olvidar
todos los miedos y llegué al Monte. Al poco de llegar empezó a caer una espantosa lluvia,
una tormenta gigantesca así que decidí esconderme en la Cueva de las Águilas, nunca
antes había entrado, pero con la finalidad de no mojarme entré. Seguí pensando en esa
persona hasta que escuché una voz, una voz tierna, agradable, que nada más escucharla
me levanté. Esa voz pronunciaba repetidamente mi nombre, además del eco que se