Dioses del Olimpo
POSEIDÓN
Hace mucho tiempo en el fondo del mar Egeo, vivía un Dios del mar llamado Poseidón
en un castillo hecho de coral azul con su hijo Polifemo y su mujer Angélica. Un día
Polifemo se preguntó cómo eran las misteriosas criaturas de la fosa abisal. Así que su
padre y él anunciaron que serían los primeros en averiguar qué seres vivían allí abajo.
Cuando llegó el día de
bajar a la fosa abisal,
Poseidón y Polifemo
tenían preparado un
submarino capaz de
resistir la presión del
agua, que tenía el
abuelo de Poseidón
en una vieja cueva.
Cuando embarcaron, comenzaron a bajar y bajar por el abismo negro y vieron algo muy
grande moverse, pero no se veía bien, por culpa de la oscuridad. De repente, vieron una
criatura misteriosa que se les acercaba: una serpiente eléctrica gigante. Las glándulas de
veneno eran tan tóxicas que podían matar a cualquier ser vivo. Esta inmensa serpiente
eléctrica podía hablar, era muy mansa y se dejaba montar en su lomo. Pero había una
cosa que no le gustaba: las joyas que llevaban Poseidón y Polifemo. Se ponía muy
agresiva al ver una joya. Entonces la serpiente los atacó, pero no les hizo ningún rasguño,
solo se los tragó. Cuando ya estaban a punto de ser papilla para peces, Poseidón sacó la
espada de oro y diamante y se la clavó, haciéndole un corte que le atravesó la piel y la
carne. Entonces, salieron por el hueco creado por el corte y finalmente la serpiente
murió. Como recompensa se llevaron el cadáver de la serpiente y lo usaron para hacer
un festín. Cuando acabó la fiesta de enhorabuena todos brindaron con las copas de
champán y gritaron: ¡Viva Poseidón y viva Polifemo!
Álex Garrido