SISTEMA DECIMADOR DE GRASA PDF DESCARGAR COMPLETO ORIGINAL | Page 36

En la dieta, limitamos las grasas a los ácidos grasos esenciales y las
pequeñas cantidades de grasa de las comidas permitidas. Cuando
limitamos pero no eliminamos completamente la grasa, esto obliga
a nuestro cuerpo a quemar la que está almacenada al usar la grasa
de la dieta para cubrir nuestras necesidades de energía.
No olvides que nuestros cuerpos necesitan una cantidad diaria de
grasa para mantener nuestras funciones corporales. Simplemente
no le importa de dónde la obtiene. ¡Tus caderas, trasero, barriga,
muslos, o tu dieta pueden ser fuentes de combustible!
¿Con qué frecuencia debería comer?
Recuerda que tu cuerpo no almacena proteína como lo hace con la
grasa y carbohidratos. La proteína que consumes se usará para
reparar y reconstruir tu cuerpo o se eliminará. Nunca se almacena
como grasa.
Dale a tu cuerpo tres horas y los aminoácidos tomados de tu
última comida alta en proteína ya no están en tu torrente
sanguíneo. Ahora tu cuerpo necesita buscar los aminoácidos que
necesita de tu masa corporal magra. ¡No queremos eso!
Cuando comes cada tres horas, esto evita que se coma tu masa
corporal magra. Comer con frecuencia también garantiza que la
masa corporal magra se mantenga intacta y que tus músculos no
se descompongan para obtener combustible. Lo mejor es
mantener tanta masa corporal magra como sea posible para que
tengas un metabolismo más rápido.
También notarás que las comidas frecuentes ayudan a eliminar los
antojos de hambre y los atracones de comida que suceden a
menudo después de pasar largos períodos sin comer. Cuando baja
el nivel de azúcar en la sangre y te informa que tienes hambre,
usualmente no tienes el poder de comer algo inteligente. Irás hacia
cualquier cosa por la que tengas antojo. No llegues a ese punto.
Siempre debes tener planificadas tus comidas.
Los niveles de azúcar se normalizan comiendo frecuentemente y
esto mantiene los niveles de insulina estables. ¡Esto significa
quema de grasa vs. almacenamiento de grasa! Nunca te saltes una