Singularte 13 Feb 2014 | Page 32

José Antonio Micó A M I S T A D E S T A R R A G O N A & C A S T jose_tgn en tarragonasingles­com En el grupo "Somos poetas. Somos escritores" Ilustraciones de Mari Carmen Franch ¿ME PUEDES VIGILAR LA MALETA? Actualmente voy a Barcelona una vez por semana, llego en tren a la estación de Sants sobre la hora de comer... así que aprovecho y en uno de los "self-service" que hay por allí cojo algún plato... Mientras le doy buen uso a la comida, incluso siendo hombre con el tiempo y la práctica lo he llegado a simultanear con otros entretenimientos ya que, por ejemplo, puedo ojear el "feisbu" y de paso darle al "fisgoneo" visual: me gusta observar a la gente que entra y sale... imaginar sus vidas, lo que transmiten con miradas y gestos. Y allí sentado, mientras empuñaba con fuerza un muslo de pollo, oigo una voz femenina que por mi lado derecho susurra: "¿me puedes vigilar la maleta? Y tras mi cara de sorpresa solté un leve "eing! "... "ah, claro... sin problema". Unos segundos donde ella dejó su maleta y chaqueta alejándose al mostrador donde servían los platos. No pude evitar pensar "¿dónde está la cámara oculta?". Estamos en Barcelona, una estación de tren repleta de gente, carteristas, amigos de lo ajeno y todo tipo de situaciones que, como mínimo, te hacen desconfiar del desconocido. Vamos, ¡ que no dejo yo vigilando mi maleta ni al mismísimo Papa Francisco allí sentado tomando un capuccino y cansado tras regresar de Lourdes de unos retiros espirituales! Así que, tras mirar a mi alrededor intentando localizar la cámara..., no vi nada raro y busqué más posibles respuestas. Puede que esta chica al acercarse, y a pesar de mi aspecto serio y distante, osbservó cómo agarraba con fuerza, entereza y saber estar mi muslo de pollo. Le di confianza y pensó "si agarra así el muslo seguro protege bien el equipaje". Otra opción es que se viera un poco agobiada al pensar que tenía que escoger y traer a una de las mesas la comida toda cargada pensando "quizá sea mejor lo dejo aquí mismo al lado de éste tipo que no creo salga corriendo con las manos ocpuadas como tiene... a parte se le ve así "fondón" y no llegaría muy lejos". Una tercera posibilidad típica del pensamiento humano "machus ibéricus" es que la susodicha dama usó esa táctica para acercarse a mí y, de paso que comía, podría entretenerse entablando una agradable conversación