3º CERTAMEN SINGULARTE (cont.)
RELATOS BREVES ( ENTRE 201 Y 1000)
JoseRamonPeces(Quijano)
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LA AMANTE DEL JARDINERO
El momento se va acercando. Tus días de
ausencias se alargan y yo aquí triste,
solitaria, inmersa otra vez en un otoño
de recuerdos.
Veranos de gozo y placer, pues sé que en
la vida hay cosas difíciles, imposibles de
luchar. Dentro de mi conformidad, me
hundo buscando la visita ansiada,
deseada entre las huellas de mis surcos.
Deseosa como perra en celo espero
frondosa, engalanada, a escuchar tus
problemas mientras tocas con tus
grandes manos mi fruto maduro,
húmedo y rezumante del sabroso néctar
que hace de ti un hombre completo y
satisfecho de tus logros y conquistas en
este llano terreno.
Siento como te vas centrando en cada
parte de mí, observando el mínimo
detalle, la carencia, el fallo; aun así me
sonríes, me miras con ese brillo especial
que sale de tus ojos, luz que me
alimenta.
Ya terminó el tiempo de los gozos diarios,
una vez más, veo tu marcha con la otra,
haciéndome sentir la puta de turno; esa
amante discreta de segundo plano, que
no podrá pasar sin ti. Poco a poco iré
cayendo en mi letargo a la espera de
que tengas un hueco en el trabajo, en tu
vida para verte, escucharte, sentirte…
Pasan los días y sigo aquí, me
encuentras casi; diría más bien desnuda,
algo desaliñada. Ven, termina de una vez
y arráncame los recuerdos estivales,
quiero sentirte, notar cómo rompes mis
extremidades, alivio en tus manos, sin
miedo, no duele, sabes que estamos tú y
yo solos, nadie escucha mi grito
silencioso. Sigue así, riégame con el
sudor de tu cuerpo agarrando bien el
astil, clavándolo en mis entrañas. Cómo
me gusta que me remuevas, me noto
más llena, a la vez ligera al quitarme esa
carga de tiempos pasados, volviéndome
a dejar solitaria, pero plácidamente
satisfecha.
Ya te vas, me dejas una vez más
enchufada al gotero de los días; a ver
cómo me acicalo en la espera del
próximo verano. Haciéndome desear los
momentos festivos donde apartarás el
tupido vestido y volverás a tocarme el
fruto, verlo supurar y saborearlo entre
los labios con tal placer que, al mirarte,
veré que sigues aquí conmigo… a pesar
de solo poder darte ese único higo y
agradecerte que seas mi amante
imaginario, mi jardinero infiel.