Sin Fronteras Spring 2018 Sin Fronteras 2018 | Page 49

se llenó de temor y soltó un gran llanto. –No íbamos a poder evitar que esto sucediera por más que intentaramos. La llevaré a casa–dijo su padre. Batalló para cargarla por su gran llanto, hasta que finalmente la sacó de ahí. Vio cómo pasaban por los pasillos que antes le habían parecido tan tranquilos. Pero siguió llorando hasta llegar al estacionamiento donde su padre la sujetó en la camioneta. Lentamente, sus gritos se convirtieron en bostezos y sus párpados lograron cerrarse. Cuando despertó, se tardó un momento en reconocer su cuarto. Habían pasado horas desde su incidente en el hospital. Pero pudo recordar lo que estuvo soñando en ese tiempo. Pensó en todo lo que el bulto calvo haría por ella como llevarle té y trenzar su cabello. Quizás un sirviente enano no estaría tan mal después de todo. 41