Signos vitales
Los signos vitales son parámetros clínicos que reflejan el estado fisiológico del organismo humano, y esencialmente proporcionan los datos que nos darán las pautas para evaluar el estado homeostático del paciente, indicando su estado de salud presente, así como los cambios o su evolución, ya sea positiva o negativamente.
Hay cuatro signos vitales principales que se examinan de forma sistemática: temperatura, frecuencia respiratoria, frecuencia cardiaca y presión arterial.
Temperatura
La temperatura corporal representa un equilibrio entre el calor producido por el cuerpo y su pérdida. Cuando la producción de calor es equivalente a la pérdida de temperatura corporal, ésta última se mantiene constante en condiciones normales. El control de la temperatura del cuerpo está regulada en el hipotálamo, que mantiene constante la temperatura central.
La temperatura normal media de un paciente adulto está entre 36.7 y 37°C.
Frecuencia respiratoria
La frecuencia respiratoria es la cantidad de respiraciones que una persona hace por minuto.
La frecuencia respiratoria puede aumentar con la fiebre, las enfermedades y otras afecciones médicas. Cuando se miden las respiraciones, es importante tener en cuenta también si la persona tiene dificultades para respirar.
Existen dos fases: inspiración y espiración, reguladas por el sistema nervioso.