Estos espacios hacen a nuestros estudiantes protagonistas de los programas educativos. Para llevarlos a cabo es imprescindible que se comunique y se proponga con claridad su misión y sus objetivos. Este esfuerzo redundará en una identidad positiva compartida, que hará más sencillo crear espacios de innovación en la escuela.
En la reunión organizada en Burdeos dentro de "Sharetrain", en febrero de este año, visitamos un colegio donde se desarrollaba un proyecto de estas características.
Hace cinco años, en el centro Collége Lycée Notre Dame de Bordeaux , decidieron implementar el proyecto que llamaron Heracles, en honor al héroe griego. Este proyecto surgió como una necesidad de cambio para mejorar la funcionalidad del colegio, donde la escuela tradicional no era suficiente para sus estudiantes, y en el que parte del alumnado no se sentía motivado y otros mostraban estrés o aburrimiento. Por ello crearon el llamado “Colegio sin clases” de acuerdo con ese sistema. Los estudiantes ya no pertenecían a un curso durante un año, sino que se juntaban varios grupos en función de las habilidades personales de cada uno en las materias.
Este proyecto innovador comenzó a trabajarse en el tercer ciclo de Primaria. Se trata de un proyecto pedagógico interdisciplinar, seguido y acompañado por el Rectorado de Burdeos, que favorece la autonomía y donde los estudiantes se convierten en “pequeños investigadores”, trabajan por contenidos y por proyectos y utilizan herramientas pedagógicas adaptadas a sus capacidades y necesidades.. En definitiva, el trabajo que realiza el alumnado es autónomo y el profesor es el guía del proceso de enseñanza-aprendizaje.
Gracias a la metodología seguida en el Proyecto Heracles se ha conseguido una mayor motivación en los estudiantes. Además, estos ya no están preocupados por los resultados académicos y han aumentado su autoconfianza, su independencia y las ganas de aprender.
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