Bebemos vino en las tardes de verano.
Mientras otros vacacionan y beben también
en las playas de mares y de ríos, nosotros
ansiamos la tranquilidad en un patio.
Es cierto que a veces la idea aparece
y soñamos con hacer nuestro viaje,
pero bebemos más vino y olvidamos.
¿Qué viaje haríamos? ¿Hacia dónde?
Estamos afincados a nuestro pueblo,
al barro de los campos y a nuestros
patios colmados de árboles.
Nos limitamos a predecir qué será
de la vida de la gente como nosotros.
Somos profetas en una tierra
sin nadie a quien dirigirnos.
EL DIEGO
"El verbo se hizo carne" - La Coca Sarli