Un cuarto, un calabozo, o simplemente un baño; habilitan a una cuarta dimensión?.
Supongamos: estamos en un lugar de estos, privados. En donde los sentidos se van disolviendo en la saliva a un ritmo beat permanente, media máquina (92PPM). Los colores activan el alma, así que no cerremos los ojos; pervirtamos el alma. Una vez allí, en ese punto fijo en movimiento, sin llegar al trance; estiramos los brazos hacia abajo. Sin hacer fuerza, sentir que el cuerpo tiene la densidad de los ojos; y de las cosas que se ven, principalmente de los colores. Al dilatarse las pupilas, con la piel estirada como una sabana sobre nuestro cuerpo,
Podremos tocar la cuarta puerta perceptiva. El aire se detiene, los ojos se cierran automáticamente, y un espasmo indolente nos desvanece en el sueño.
El piso es “Ana” (arriba) y “kata” (abajo).
Perfumado de colores, golpeando los sonidos sordos, degustando la intuición.
.Te vas.
CUARTA DIMENSIÓN Y/O LOS LÍMITES DE LA REALIDAD
Martirio Hamlet
"Hasta el infinito y más allá!" - El Dolar