do apostar por temas controvertidos y polémicos en historias con un toque de realismo social.
Sin embargo, muy pronto las antologías dramáticas fueron desplazadas por una producción
menos compleja y completamente despegada de la realidad que se ajustaba armoniosamente
al paraíso de felicidad consumista retratado en los anuncios de los patrocinadores.
Para Thompson la competencia del vídeo y los canales de cable fueron factores fundamentales que obligaron en los ochenta a las tres grandes cadenas (las llamadas networks) a reaccionar apostando por una programación más ambiciosa que intentara retener a un espectador
culto y de buena posición económica (por tanto, deseado por los anunciantes) que, con la posibilidad de elegir, buscaba algo diferente en televisión. En este sentido Canción triste de Hill
Street se convirtió en un catalizador para el cambio gracias a su realista representación del
trabajo policial y su compleja estructura argumental en la que se combinaban las tramas autónomas (llamadas episódicas) con las tramas continuas (llamadas seriales). W6"FRV