De los tiempos antiguos a los modernos
Encontrándose sobre las principales rutas comerciales y militares del mundo antiguo, entre ellas el camino de la seda que unía a Oriente y Occidente, Armenia vivió un gran desarrollo y se transformó en el eslabón que intercomunicaba la cuenca del mar Mediterráneo, la Mesopotamia, el altiplano Iraní y los países del Cáucaso. Esta circunstancia ha movido el interés de diversos conquistadores: asirios, escitas, griegos, romanos, persas, árabes, turcos, mongoles, rusos, por Armenia, transformándola muchas veces en escenario de disputa entre países poderosos. A pesar de ello el pueblo armenio ha preservado su identidad nacional y ha restablecido con frecuencia su estado independiente. Desde el siglo IV el pueblo armenio ha encontrado la preservación de su identidad en una iglesia independiente, en una lengua con un alfabeto singular y en su cultura.
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