Tradición
El Masis y el Aragadz
Sobre el Masis y el Aragadz el pueblo cuenta la siguiente tradición. En tiempos remotos el Masis y el Aragadz eran hermanas que se querían mucho.
Un día, se pelean. Una dice: “Yo soy la mejor, la más alta”, la otra, “Yo soy más alta y hermosa que tú”. La montaña Marutá viene y trata de amigar a las hermanas. Viéndose imposibilitada de restablecer la paz, las deja, se aleja y las maldice.
Aragadz por su parte maldice a Masis, que se seque de dolor, que ninguna persona en el mundo suba a su cima y que no se hagan holocaustos allí.
Y así sucede, en la cima del Aragadz a raíz de las lágrimas se forma un lago, de sus laderas brotan miles de manantiales. Mientras que Masis se seca, nadie sube a su cima ni nadie hace holocaustos allí.
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Era terrible su maldición: “Que Masis y Aragadz se separen de tal forma que ya nunca más vuelvan a encontrarse”. Por su parte Masis maldice al Aragadz, que la pena nunca abandone su corazón y que las lágrimas no falten en sus ojos.