Semillas educativas Semillas Educativas- José Orlando Salazar Duque | Page 83

Semillas Educativas 2. Virtudes de maría “Por medio de María Dios se hizo carne; entró a formar parte de un pueblo; constituyó el centro de la historia. Ella es el punto de enlace del Cielo con la tierra, Sin María el Evangelio se desencarna, se desfigura y se transforma en ideología, en racionalismo espiritualista”. Puebla. 301.1. María al recibir desde el primer momento de su concepción la ple- nitud de gracia, conjuntamente fue adornada de la más profunda fe, de la más confiada esperan- za y del más encendido amor, de caridad al prójimo, además de la infinidad de virtudes morales. En el Evangelio y en la tradición cris- tiana, aparece María llevando a la ejecución en grado heróico las más hermosas virtudes de que Dios adornó su alma, para que fuera digna Madre de Cristo, Dios y hombre verdadero. «Bienaventurada la que ha creído que se cumplirá las cosas que se le han dicho de parte del Señor «(Lu- cas. 1,45.). No podría darse mejor testimonio de la fe profunda de Nuestra Señora que esta expresión inspirada de su prima Isabel. La es- peranza anima la existencia terrena de María. En virtud de ella resplan- dece el misterio de su soledad y sacrificio; la vemos así mismo en la espera de la venida del Espíritu San- to en el Cenáculo con los apóstoles. La inmensa caridad de María la lle- vó a aceptar el peso del sacrificio que la vida, pasión y muerte de Jesús le imponían para realizar los designios de Dios en beneficio de la humanidad. No faltan, dentro de la notoria sobriedad Evangélica en lo referente a la Madre del Señor, ciertos rasgos simpáticos de esa in- mensa caridad y misericordia de la Virgen como en las Bodas de Caná: «Tres días después hubo una boda en Caná de Galilea, en las que se hallaba la Madre de Jesús. Y como faltase el ‹Vino, dijo a Jesús su Ma- dre: No tienen vino... La Madre dijo a los sirvientes: Haced lo que Él os diga «(Juan. 2,1-11). También, expresa el breve rela- to Evangélico las demás virtudes Morales de Nuestra Señora: Su hu- mildad, que la hace considerarse sierva del Señor, al mismo tiempo que era designada su Madre. Dijo entonces María: «He aquí la Esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra «Lc. 1,38 1. María hizo gala de poseer extraor- dinarias virtudes teologales como la fe que la llevó a cumplir fielmente con su excelsa misión, viendo en cada momento de ella, en un hu- milde niño de familia, al verbo de Dios encarnado. Mediante esta misma fe, guardaba en su corazón todas estas cosas, meditándolas y haciéndolas puras con la blancura de su alma. Semillas educativas. Orientaciones didácticas para la formación de la Infancia Misionera desde la escuela. PhD José Orlando Salazar Duque. 83