Semillas educativas Semillas Educativas- José Orlando Salazar Duque | Page 69

Semillas Educativas 9. El buen pastor «La única Iglesia de Cristo... Nuestro Salvador, después de su Resurrección, la entregó a Pedro para que la Pastoreara. Le encargó a Él y a los demás apóstoles que la extendieran y la gobernaran...» Santo Domingo. 816. Jesús Buen Pastor guía a la hu- manidad por senderos de paz, justicia y amor. Es el hombre que, con sus cuidados, se entrega de lleno, velando por sus ovejas y las ayuda a salir del abismo, para que descansen en prados verdes, tran- quilos y rejuvenecedores. Jesús el Buen Pastor, es aquel hombre que, con su cayado, recorre los caminos en busca de lo perdido y cuando lo encuentra, se pone feliz, porque es más importante dar que recibir y el signo de unidad de Jesús está en salvaguardar a sus ovejas para que no se internen en el paraje os- curo del pecado y puedan sumer- girse y morir. El Buen Pastor es aquel que entra por la puerta del rebaño, que no la violenta, ni la oprime, sino que se abre al espacio propio que dejan las huellas de sus ovejas, es el pas- tor precavido, sencillo y enamo- rado, es Jesús, que siempre está pensando en su rebaño, con cora- zón de hombre amoroso, unifican- do los valores y enseñando a amar. El Buen Pastor Jesús es el que da la vida sin egoísmos, sin impedi- mentos y sin pedir nada a cambio. Jesús el Buen Pastor conoce a sus ovejas por el nombre y sale al fren- te de ellas y las lleva a su puerta, por donde deben entrar, para que encuentren alimento, distinguién- dose del ladrón, quien entra al re- baño a oscuras y por la puerta que no es. (Juan: 1 0,1-21). El mundo necesita hoy más que nunca de pastores a imagen de Cristo, que sientan el sufrimiento de la humanidad, de las comuni- dades y en vez de aprovecharse de ellas, salgan en su ayuda, a su en- cuentro, buscando soluciones y ha- ciendo que todos vivamos como hermanos, en interrelación con la comunidad social. La imagen de Jesús como Buen Pastor nos en- seña que él pasó por el mundo orientando espiritualmente a la gente, a la muchedumbre enorme que le seguía o que salía a su en- cuentro cuando pasaba por cual- quier pueblo, pues, en su mirada, en sus manos y principalmente en el corazón, llevaba el mensaje de la reconciliación y el afecto más propicio para las ovejas sufridas, perseguidas y desorientadas. Hoy como ayer, la humanidad dis- gregada, sumida en el materialismo capitalista, que es una forma salvaje de ver a la persona, como solo exte- rior, vacía y sin sentido, necesita de la presencia de Jesús en sus vidas, para doblegar lo que nos achica, lo que nos envuelve en la pobreza del Semillas educativas. Orientaciones didácticas para la formación de la Infancia Misionera desde la escuela. PhD José Orlando Salazar Duque. 69