Semillas
Educativas
9.
El buen pastor
«La única Iglesia de Cristo... Nuestro Salvador, después de su
Resurrección, la entregó a Pedro para que la Pastoreara. Le encargó a Él y
a los demás apóstoles que la extendieran y la gobernaran...»
Santo Domingo. 816.
Jesús Buen Pastor guía a la hu-
manidad por senderos de paz,
justicia y amor. Es el hombre que,
con sus cuidados, se entrega de
lleno, velando por sus ovejas y las
ayuda a salir del abismo, para que
descansen en prados verdes, tran-
quilos y rejuvenecedores. Jesús el
Buen Pastor, es aquel hombre que,
con su cayado, recorre los caminos
en busca de lo perdido y cuando
lo encuentra, se pone feliz, porque
es más importante dar que recibir
y el signo de unidad de Jesús está
en salvaguardar a sus ovejas para
que no se internen en el paraje os-
curo del pecado y puedan sumer-
girse y morir.
El Buen Pastor es aquel que entra
por la puerta del rebaño, que no la
violenta, ni la oprime, sino que se
abre al espacio propio que dejan
las huellas de sus ovejas, es el pas-
tor precavido, sencillo y enamo-
rado, es Jesús, que siempre está
pensando en su rebaño, con cora-
zón de hombre amoroso, unifican-
do los valores y enseñando a amar.
El Buen Pastor Jesús es el que da
la vida sin egoísmos, sin impedi-
mentos y sin pedir nada a cambio.
Jesús el Buen Pastor conoce a sus
ovejas por el nombre y sale al fren-
te de ellas y las lleva a su puerta,
por donde deben entrar, para que
encuentren alimento, distinguién-
dose del ladrón, quien entra al re-
baño a oscuras y por la puerta que
no es. (Juan: 1 0,1-21).
El mundo necesita hoy más que
nunca de pastores a imagen de
Cristo, que sientan el sufrimiento
de la humanidad, de las comuni-
dades y en vez de aprovecharse de
ellas, salgan en su ayuda, a su en-
cuentro, buscando soluciones y ha-
ciendo que todos vivamos como
hermanos, en interrelación con la
comunidad social. La imagen de
Jesús como Buen Pastor nos en-
seña que él pasó por el mundo
orientando espiritualmente a la
gente, a la muchedumbre enorme
que le seguía o que salía a su en-
cuentro cuando pasaba por cual-
quier pueblo, pues, en su mirada,
en sus manos y principalmente en
el corazón, llevaba el mensaje de
la reconciliación y el afecto más
propicio para las ovejas sufridas,
perseguidas y desorientadas.
Hoy como ayer, la humanidad dis-
gregada, sumida en el materialismo
capitalista, que es una forma salvaje
de ver a la persona, como solo exte-
rior, vacía y sin sentido, necesita de
la presencia de Jesús en sus vidas,
para doblegar lo que nos achica, lo
que nos envuelve en la pobreza del
Semillas educativas. Orientaciones didácticas para la formación de la Infancia Misionera
desde la escuela.
PhD José Orlando Salazar Duque.
69