Semillas educativas Semillas Educativas- José Orlando Salazar Duque | Page 37

Semillas Educativas 8. Familia - comunidad “La familia cristiana proclama muy alto, tanto las presentes virtudes del reino de Dios como la esperanza de la vida bienaventurada. Y así, con su ejemplo y testimonio, acusa al mundo de pecado e ilumina los que buscan la verdad”. L.G. 35 La familia es una comunidad de amor, basada en principios divinos, de conservación de extensión. La familia de Nazaret que transforma, construye y edifica con solidez fo- mentando en primer lugar peque- ñas comunidades de base para sostener el enorme lugar de la so- ciedad, que a su vez se proyecta y recoge las semillas de la esperanza y virtudes de un nuevo mundo. Toda comunidad como grupo de personas proviene de una familia, se forma en ella y adquiere las fuer- zas necesarias tanto físicas como espirituales, para salir adelante y enfrentar lo diferentes retos y de- safíos a que está llamado el hom- bre en su misma naturaleza, pues su misión desde los comienzos de la humanidad es ayudar a embe- llecer el mundo y con sus manos, trabajar por su conservación. Si la familia se fortalece en valores, reluce como un escudo protector frente a los dilemas y desengaños que encuentra en su entorno, ha- ciendo que brote como semilla buena para hacer una sociedad só- lida, con buenas bases, sin temor a los espavientos del recorrido que tenemos que hacer en este campo floreciente de la naturaleza. Hay que incentivar entonces a la familia, promocionándola, ha- ciéndole vida el evangelio, que coma el pan de la unidad, la fra- ternidad y comprensión, que se convierta en una auténtica familia de comunidad de personas que todas juntas salen a su encuentro, venciendo los obstáculos y sien- do artífices de su desarrollo. Hay que hacer hablar a las familias un lenguaje universal, que sean tes- tigos del cambio generacional de sus miembros, con el buen ejem- plo, y que el testimonio cristiano por siempre en ellas, para que comprendan a una sociedad que quiere salir adelante, con deseos y anhelos firmes y la pulcritud de sus ideas, elementos de convicción en la realidad que viven. La familia-comunidad es la continua- ción de la obra creadora de Dios, por ella, el mundo debe encontrar su propia realidad y ceñirse al logro personal de ser un propósito para todos, con esperanzas, expectativas y testigos fieles del cambio, para que crezca y se desarrollen como deben ser, haciendo de la comuni- dad, un conjunto de respuestas po- sitivas para la sociedad. Semillas educativas. Orientaciones didácticas para la formación de la Infancia Misionera desde la escuela. PhD José Orlando Salazar Duque. 37