Semillas
Educativas
5.
Oración Familiar
“En la única familia de Dios, todos los hijos de Dios y miembros de
una misma familia en Cristo, al unirnos en el amor mutuo y en la
misma alabanza a la Santísima Trinidad, estamos respondiendo a la
íntima vocación de la iglesia” L.G.
En el hogar se construye el pro-
yecto de vida que servirá de guía
para la sociedad, allí se entra en
contacto con Dios, se le conoce a
través de la oración, mediante su
lenguaje de amor, presencia viva
de verdad y existencia, para que
sus miembros sean depositarios
de ese regalo a los hombres, ha-
ciéndolo vivencial con su testimo-
nio a otras familias.
Nuestros hogares han de ser un
verdadero “Santuario de vida” en
donde se comparta la presencia de
Cristo, para que exista el amor y la
unidad. Son los padres quienes en
su formación como pareja y luego
en su vivencia como esposos, son
un ejemplo de oración, haciendo
participe a Dios de la vida que lle-
van, teniéndolo presente siempre
y más aún, cuando ha llegado al
hogar el bello regalo de los hijos, a
quienes se les debe inculcar el res-
peto, amor, fe y esperanza en Dios
para que el hogar se una “Iglesia
doméstica”, un templo de oración
y participación, en donde la uni-
dad, y la comprensión, son los me-
jores regalos que se reparten cada
mañana y cada atardecer.
porque Cristo abre su corazón de
par en par y nunca las abandona.
La familia es sitio de oración, allí
se debe sentir la presencia de
Jesús y de María, como el hogar
modelo que cultivó con esperan-
za la vida del Mesías y luego nos
lo entregó a la humanidad en un
acto de absoluta bondad.
La familia, es la célula fundamen-
tal de la sociedad, cúmulo de va-
lores, cuyo horizonte es marcado
por lo que hagan sus integrantes,
así se acerca a la presencia de
Dios, si viven plenamente la reali-
dad, si comparten su palabra que
es vida, si sienten el Evangelio y se
revitalizan con la esperanza de la
salvación, educando a los hijos en
sólidos principios de fe y fortaleza,
habrán encontrado plenamente a
Dios en sus ideas, y será una fami-
lia que vive la oración.
La familia es santuario de oración,
caudal de experiencias, que si se
comparten habrá éxito dentro de
sus miembros, por eso, hay que
recuperarla como el elemento só-
lido de la sociedad por excelencia,
para que haya una sociedad mejor.
Las familias que comparten y re-
zan unidas, permanecen unidas,
Semillas educativas. Orientaciones didácticas para la formación de la Infancia Misionera
desde la escuela.
PhD José Orlando Salazar Duque.
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