Semillas
Educativas
orientará siempre a los asesores, les animará para que sigan adelante,
haciendo con ellos convivencias, para compartir experiencias y ela-
borar boletines y folletos informativos que divulguen el movimiento,
sobre la Infancia Misionera.
La mayor tarea del equipo de la Infancia Misionera, con su delegado
episcopal a la cabeza, es la de extender y organizar su acción en las
parroquias para que con la ayuda de los párrocos se conformen los
grupos y estos puedan recibir el material preparado.
3. DEL CURA PARROCO:
Es el principal animador de la Infancia Misionera en cada parroquia,
entrando en contacto con los niños de las instituciones educativas y
de los barrios que integran su comunidad, invitándolos a que hagan
parte de estos grupos, a la vez que escoge a los asesores, de la misma
comunidad.
Nadie mejor que el Párroco, para que vaya a los barrios y a las es-
cuelas y con la ayuda de los profesores, quienes conocen mejor a los
niños, para que compartan y vivan esta experiencia misionera y llenen
de espiritualidad a la parroquia.
Un aspecto fundamental que debe tener en cuenta el párroco ha de
ser, que los grupos de infancia misionera, deben estar ligados a la
parroquia y no como ruedas sueltas por ahí. Así, los niños podrán
participar de las actividades programadas como la santa misa, ojalá,
destinándoseles una Eucaristía exclusiva para ellos, en donde con las
lecturas, los cantos y las ofrendas, se sientan importantes y conozcan
mejor a Jesús.
Solamente del acercamiento, motivación, participación y disponibili-
dad para el diálogo, de parte del cura párroco, para con los niños y
asesores, se producirá la integración de estos y empezará a florecer
en la parroquia, muchos grupos consagrados al servicio de la Infancia
Misionera.
Algunos apartes de esta sección fueron tomados de diferentes obras literarias, no son
propiedad intelectual del autor de esta obra (Semillas educativas.).
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