Semillas educativas Semillas Educativas- José Orlando Salazar Duque | Page 18

2. Importancia de mi familia “Para que funcione bien, la sociedad requiere de las mismas exigen- cias del hogar: formar personas conscientes, unidas en comunidad de fraternidad para fomentar el desarrollo común…” Puebla. 587. La familia es la base sobre la cual gira la sociedad, es fermento puro, fruto del amor depositado por Dios en los esposos, es valor úni- co, con una hermosa prolongación que son los hijos, quienes colo- can el toque mágico de la infinita bondad que se hace presente en el mundo, bajo los designios de Dios, fortalecida por los lazos de la amistad en donde se produce el diálogo y la comprensión, para que haya un encuentro definitivo que alcance la felicidad y la plena unidad entre sus miembros. La familia, basada en el matrimo- nio, es “la estructura primera y fundamental a favor de la ecolo- gía humana”. (Centesimus Annus N° 39), y con su enseñanza ofrece un conjunto inagotable de verda- des y valores que deben ser re- descubiertos y anunciados, más aún proclamados de principio a fin, para que haya una sociedad firme, sentada sobre normas ele- mentales, basadas en el perdón, la reconciliación, la comprensión y la amistad; Para que los actos de la relación entre sus miembros, sean en dimensión a alcanzar la pleni- tud, la vivencia y la sinceridad y así se pueda proyectar en lo cultural, moral, religioso y social. 18 “La familia es una sociedad natu- ral, existe antes que el estado y que cualquier otra comunidad, y tiene derechos propios que son inalienables” (Carta de los Dere- chos de la Familia, publicada por la Santa Sede en 1983). La familia por ser primero que el estado, ha de ser cuidada por este y ayudar a propiciar un clima adecuado para que sus miembros puedan cultivar los derechos con dignidad y res- peto, individualidad y aprecio por lo que hacen, vive y manifiestan a la sociedad lo mejor de sí. La familia es la primera defensora de la vida, es lugar de acogida en donde los niños aprenden a crecer en la fe, en sí mismos, a valorar su autoestima, desarrollar su propia identidad, a ir madurando y adqui- riendo normas básicas para vivir en comunidad. Pues su hogar es un caudal de prosperidad en donde el testimonio, la verdad y el amor alimentan su existencia diaria. La familia, en efecto, “Posee y co- munica todavía energías formida- bles” (Familiares Consortio N°43) A través de la familia, crece la so- ciedad, y se fortalecen los lazos de unidad entre sus miembros, para que ni la infidelidad, ni el irrespeto Semillas educativas. Orientaciones didácticas para la formación de la Infancia Misionera desde la escuela. PhD José Orlando Salazar Duque.