SEISCEROSEIS
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¿Quién no ha visto las famosas escenas de alguna comedia musical donde todas las personas en
pantalla mágicamente se saben la coreografía y la emplean de una forma tan coordinada y enérgica
que uno piensa “yo podría bailar así”? Para ejecutar un número de este estilo, es necesario
conocer la técnica de Jazz.
Ciertos bailes como el charleston y el
twist tienen movimientos con vestigios de
África y de las primitivas danzas de
esclavos. Otros, como el fox-trot, se
pueden considerar como una danza
europea de parejas adaptada a los ritmos
de jazz.
Como danza para el escenario, el jazz está
arraigado a las danzas sociales y teatrales
del siglo XIX y principios del XX. Más
tarde, la danza teatral de la década de
1940 experimentó un desarrollo mayor y
en las décadas de 1950 y 1960 surgió un
estilo que tomaba los elementos que
necesitaba tanto del ballet como de la
danza moderna.
Este estilo acentúa la línea corporal, la
movilidad del torso, un trabajo de piernas
rápido y preciso con los pies en paralelo
(a diferencia de los pies rotados hacia
fuera del ballet) y exagera los
movimientos de ciertas partes del cuerpo,
como los hombros. Los distintos tipos de
Jazz son: el tradicional, el gospel, el soul,
el funk y el primitivo afrocaribeño. Un
estilo más pulido es el Broadway jazz.
Este último se baila en los musicales de
New York y en otras ciudades del norte
de América. Es dinámico, poderoso y se
enseña en la mayoría de las clases.
El género del jazz comenzó como uno de
los movimientos de baile popular de los
inicios del siglo XX. En esa época, la
música jazz era la que se escuchaba en la
radio. Los pasos de danza adoptaron el