Las dos últimas semanas del mes de marzo se han caracterizado por una elevada volatilidad en los mercados financieros como consecuencia de la negociación del rescate de Chipre. El Eurogrupo aprobó el rescate a la banca chipriota por importe de 10.000 millones de euros, pero condicionado a que el país aporte 5.800 millones de euros, cantidad que se prevé recaudar con la creación de una tasa sobre los depósitos. La inseguridad creada ante los cambios en las decisiones tomadas tanto en el seno de la UE como en los órganos de gobierno de Chipre y los temores a nuevas turbulencias en la zona euro, han provocado una nueva fase de inestabilidad en los mercados financieros. El resultado ha sido un aumento de la prima de riesgo en los países periféricos, la caída de los índices bursátiles y también la apreciación de la moneda europea.
En cuanto a las cifras macroeconómicas, la Comisión Europea prevé que el PIB de la zona euro caerá el 0,3% en 2013, aunque prevé que el último trimestre de este año ya pueda empezar a registrar nuevamente un crecimiento positivo. Las previsiones de este organismo para España sitúan la caída del PIB en el -1,4% para 2013, una caída idéntica a la del 2012. La atonía de las perspectivas económicas se explica, en buena parte, por el ajuste de los balances que se está haciendo a las economías europeas, limitando el crecimiento económico a corto plazo.
Es por ello que confiamos en que la Comisión Europea relajará finalmente el objetivo de déficit de 2013 para España y que el gobierno español hará lo mismo con algunas comunidades autónomas, como por ejemplo con Cataluña. Cabe recordar que la Generalitat ha conseguido reducir el déficit a la mitad en un solo año, del 4% del PIB en 2011 al 1, 96% en 2012. Esto ha representado un ajuste presupuestario en torno a los 4.000 millones de euros, casi una cuarta parte de todo lo realizado por el conjunto de las 17 comunidades autónomas y un 17% del ajuste del conjunto de administraciones públicas. La Cámara pide fijar un objetivo de déficit realista y asumible para Cataluña, que no ponga en peligro el actual modelo de estado del bienestar y permita mantener la cohesión social en nuestro país
Miquel Valls i Maseda
President de la Cambra Oficial de Comerç, Indústria i Navegació de Barcelona